Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Un jugador colosal.- Los dos casi alcanzan el 1,90 de altura. Los dos lucen (o lucían) el ‘5′ a la espalda. Los dos tienen magia con el balón en las botas. Los dos enamoraron a la afición del Real Madrid. Los dos han hecho y siguen haciendo historia. Me refiero a Zinedine Zidane y a Jude Bellingham. El inglés ha evolucionado estos últimos meses de forma imparable hasta convertirse en el líder de este Madrid descomunal. Bellinzidane se adueñó de nuevo de la escena, como ya hiciese el pasado viernes ante el Valencia. Le da igual en Mestalla que en Yeda. En Montjuïc o en San Mamés. Jude se ha convertido en un futbolista extraterrestre, el verdadero number one de un equipo plagado de estrellas en el que cuesta hacer cumbre en el Star System de una plantilla formidable a la que el talento desborda desde el túnel de vestuarios. El británico volvió a ser determinante. Ante un Mallorca que con Arrasate (como ya pasaba con el Vasco Aguirre) es un dolor de muelas, tuvo que ser Jude el que abriese el melón de la goleada con un gol de jugador de golf. Tras el cabezazo al palo de Rodrygo y el rechace de Greif tras el disparo a bocajarro de Mbappé, apareció Jude para embocar golpeando la pelota con la sutileza de un putt en el green. Qué grande eres.

El 18 de agosto.- Hasta allí nos tenemos que remontar para recordar el último duelo entre bermellones y vikingos. En Son Moix vimos un Madrid en construcción, que curiosamente repetía hoy en Yeda a nueve de los once titulares de aquella cita veraniega. Solo faltaban en el coqueto King Abdullah los lesionados de larga duración (Carvajal y Militao), con la entrada de Lucas Vázquez (por Dani) y de Camavinga (de mediocentro, retrasando la posición de Tchouameni). Pero los otros nueve eran los mismos que naufragaron hace cinco meses ante los baleares. Es otro Madrid. En actitud, en estado de forma, en pegada y en compromiso. Y así pasó: 3-0 y a la final.

Madridismo en Yeda.- Lo vimos en Riad, la capital de Arabia, en estos tres últimos años. Y lo hemos vuelto a ver en Yeda. Aquí la gente es del Madrid. Por una mayoría aplastante. Encima, en esta bella ciudad costera juega cada semana Karim Benzema, que provocó al clamor de la poblada grada cuando las cámaras del estadio le enfocaron en la segunda parte. Ahora los ídolos son Vinicius, Mbappé, Rodrygo (¡felicidades crack, te merecías ese gol en tu 24 cumpleaños!) y Bellingham. Y no me olvido del griposo Modric. Se renuevan los cromos, pero el sentimiento blanco no decae. También en Arabia son madridistas.

Clásico morboso.- Aunque el Mallorca lo intentó con los gladiadores Muriqi y Larin, el 3-0 final dibujó la final prevista, guionizada y soñada. Un Madrid-Barça con más morbo que nunca, al llegar tres meses después del 0-4 del Bernabéu y solo unos días después de la sonrojante cautelarísima que permite al Barça, por enésima vez, saltarse los semáforos en rojo de la legislación que SÍ respetan el resto de 41 clubes del fútbol profesional. Mejor así. Menos los culés, todos los fans puros del fútbol irán con los de blanco. Todo tiene un peaje...

Normas