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Barrenetxea transmite lo mejor de la Real

Símbolo positivo

Tantas veces ha pasado que ya no causa ningún tipo de sorpresa. Cuando Ander Barrenetxea (22 años) juega con la naturalidad, desparpajo y verticalidad que caracterizan lo mejor de su fútbol, la Real Sociedad lo agradece. No es nada extraño, entonces, que los buenos momentos realistas coincidan con actuaciones relevantes del extremo. Así sucedió en el inicio de la temporada pasada, así volvió a ocurrir en Girona. Barrenetxea tuvo un protagonismo sustancial en la victoria de los de Imanol con una asistencia medida a Oyarzabal en el gol. Bajo su energía y capacidad de conducción, la Real se extendió por su banda ―44% de ataques― y reveló las grietas defensivas del Girona. Al igual que pasa con Kubo, es un jugador que sabe aprovecharse en el lado débil de lo bueno que puede acontecer en el otro costado. En Montilivi, Oyarzabal atrajo en la derecha y él desmontó a su rival por la izquierda. Es cierto que Francés fue poco riguroso en su marca, y que en la acción del gol reculó en exceso. Pero eso no quita que Barrene ofreciera una faena de nota.

Como mediapunta

El cambio de roles que Ernesto Valverde planteó en la línea de ataque sirvió al Athletic para pasar por encima del Espanyol. Las posiciones interiores de Nico Williams, Berenguer y Guruzeta, con Iñaki más abierto, permitió meter balones entre líneas y generar espacios y oportunidades de forma continua. Fue llamativa la contribución de Berenguer, que a sus 29 años demostró manejarse estupendamente en esas zonas tan complicadas de defender. Fuera del gol y de las dos asistencias que dejó a Iñaki, su aportación resultó considerable al intervenir con frecuencia (53 toques) y exhibir su facilidad para girarse y encontrar líneas de pase siempre amenazantes. Ante la vuelta de Sancet, Valverde multiplica con Berenguer sus alternativas para alimentar ofensivamente a un Athletic que sigue en buen camino.

El talento asoma

No se ha celebrado un triunfo igual esta jornada que el del Valladolid en Vitoria. Lo necesitaba Pezzolano, lo ansiaba el equipo blanquivioleta. La remontada en un encuentro movido, no exento de polémica, dejó a las claras la importancia de la calidad de Amallah. A sus 27 años, el centrocampista marroquí no ha respondido en España a las expectativas que su nombre llevaba aparejado tras la repercusión de su buen Mundial de Qatar. Sin embargo, parece que algo empieza a cambiar en su rendimiento y ya no se le escruta negativamente en cada partido. Frente al Alavés estuvo dominador en todos los aspectos del juego. Se impuso en siete de los nueve duelos que afrontó, firmó dos pases clave y transformó el penalti del 1-2, además de realizar un regate bellísimo que ha sido viralizado en las redes sociales. Amallah es un jugador de talento y presencia física, con vigencia en distintas partes del campo. Si el Valladolid dispone de su mejor cara, tendrá mucho ganado en el titánico viaje que emprende hacia la permanencia.

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