Barça y Madrid se miran en Los Ángeles
El fútbol hierve en USA. La selección femenina, orgullo nacional, debutó con éxito en el Mundial con un 3-0 a Vietnam en Auckland y minutos para Rapinoe, símbolo del soccer USA que ha anunciado recientemente que este año lo deja. Mientras, el fenómeno Messi cogió más vuelo en Miami después de que el argentino firmase otra vez un guion de Hollywood en su debut. En el minuto 92, marcó un gol impresionante de falta para tumbar al Cruz Azul mexicano. Más allá de la trascendencia o no de la Leagues Cup, torneo que mezcla equipos de la MLS y la Liga MX, el momento resultó icónico. La apuesta por el despegue intenta ser definitiva. En 2024, Estados Unidos organizará la Copa América; en 2025, el Mundial de Clubes con nuevo formato; y en 2026, el primer Mundial masculino con 48 equipos. Pero quiere más. La FIFA tiene que decidir en mayo de 2024 el organizador del Mundial femenino de 2027 y Estados Unidos y México unen sus fuerzas frente a Brasil, Sudáfrica y una compartida en Europa (Alemania, Países Bajos y Bélgica). Lo último es que la MLS sueña con llevar allí una final de Champions a partir de 2026 y Ceferin no se ha cerrado en banda. El reciente contrato firmado con Apple crea nuevas expectativas de desarrollo. Este último plan de despegue parece el intento definitivo.
Clásico. Este momento caliente del fútbol en Estados Unidos coincide con la presencia de Madrid y Barça en Los Ángeles, donde preparan la temporada. El Madrid ha montado su campamento entre Beverly Hills, donde se hospeda en The Maybourne, y UCLA, donde se entrena en medio de una expectación fenomenal. Los entrenamientos del Barça en el inspirador Memorial Coliseum pasan algo más desapercibidos, pero en el downtown, donde se hospeda en el LA Intercontinental, se hace notar. El jueves, el himno sonó a todo trapo en la décima planta del edificio Conrad. Allí, Laporta agasajó a peñas y, sobre todo, a los tiburones de Goldman Sachs y Sixth Street, sus socios en el crédito del Espai Barça y las palancas. Para el Madrid, con Bellingham como principal reclamo y Güler como jugador especial más tapado, todo discurría con tranquilidad hasta que el viernes estalló el caso Mbappé. En el Barça, hasta la gastroenteritis vírica que ha obligado a la suspensión del partido ante la Juventus, el nombre de la semana ha sido João Félix, pero a Xavi y a la directiva los ojos no les han hecho chiribitas con el portugués. El Barça mira con curiosidad y casi temor qué pasa con el francés, porque si cristaliza estaría obligado a algo más… De momento, se miran en Los Ángeles pero jugarán en Dallas..., virus mediante.