Bandera negra para la Fórmula 1 en derechos humanos
En los últimos años, la Fórmula 1 ha montado sus boxes en Oriente Medio. La semana pasada la temporada comenzaba en Bahréin, donde 20 años de carreras no han dejado mejora alguna en relación a los derechos humanos, y acabará como cada año, en Emiratos Árabes Unidos. Por el medio, este fin de semana el espectáculo llegó a Arabia Saudí, donde el sportwashing pisa a fondo.
En marzo de 2018, el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman declaró en una entrevista en televisión: “Las mujeres deben llevar prendas decentes y respetuosas, al igual que los hombres. Sin embargo, la Ley no menciona específicamente el abaya ni el tocado negros. Son las mujeres las que deciden el tipo de vestimenta decente y respetuosa que prefieren usar”. El mismo Mohamed bin Salman es quien gasta miles de millones en un despliegue de luces y espejos para pulir la imagen del país y ocultar la verdad. Una verdad que ha llevado a prisión a Manahel al Otaibi precisamente por no llevar la abaya en un centro comercial y subir a Snapchat fotografías suyas sin esta túnica tradicional. Manahel tiene 29 años, es deportista, profesora de fitness y lleva año y medio detenida. No se sabe nada de ella desde noviembre. Además está acusada de defender en redes sociales los derechos de las mujeres saudíes y pedir el fin de la tutela masculina.
Este fin de semana hemos visto cómo decenas de estrellas y celebrities han vestido libremente sus mejores galas en el paddock y han paseado entre los coches más rápidos del mundo. Pero cuando las celebrities han desaparecido, se han apagado los semáforos y los pilotos se han jugado la vida en cada curva, habrá mujeres como Manahel que seguirán jugándose la vida, no en el asfalto de Yeda, sino en prisión por no acatar los códigos de vestimenta. Esos mismos códigos que no han existido este fin de semana y que no existen para Mohamed bin Salman. No lo olvidemos: el ruido de los motores no silenciará a las personas que luchan por la igualdad en Arabia Saudí.
Carlos de las Heras, responsable de deporte y derechos humanos en Amnistía Internacional España.