Error. Lo de De Paul no tiene nombre. El argentino entró en el segundo tiempo en lugar de Gallagher y un error suyo le costó el empate al equipo rojiblanco. Yo creo a veces los jugadores no son conscientes de lo que hay en juego. Y De Paul desespera. La jugada en la que falla es de manual: balón al espacio a la carrera de Sorloth, que justó salió para eso. Y no balón atrás. Es cierto que luego fue un golazo, pero hay errores que son groseros. Y el del argentino es uno de ellos. Una pena porque el Atlético defendió bastante bien a lo largo del encuentro. Le faltó ambición para ir a por el segundo. Le faltó hambre para liquidar a la Real Sociedad. Y así no puedes ganar una Liga. Ni en el mejor de los sueños se habría imaginado ir el Atlético por delante sin ni siquiera haber transcurrido un minuto. Pero de nada valió. Un equipo que quiere llevarse el título tiene que ir a por el segundo. Y el Atlético se mostró dubitativo, sin atreverse a rematar el encuentro. La Real se mereció el empate porque lo intentó hasta el final. Total, un punto que deja indiferente a la afición rojiblanca. Una lástima porque te terminas acordando de estos puntos.
Imagen. El Atlético tenía ganas de ofrecer una imagen distinta a la que mostró en Lisboa. Para bien y para mal, el calendario no ofrece respiro y el equipo de Simeone tuvo rápido la opción de resarcirse del pobre nivel mostrado en Champions. En San Sebastián se vio al equipo de siempre, serio, competitivo, ordenado, luchando por cada pelota... Aunque al equipo hay que pedirle más. Hay que pedirle que sea más atrevido, porque el portero de la Real apenas tuvo que intervenir. Hay que tener más malicia.
Oblak. El guardameta del Atlético sí tuvo trabajo. Ha ido de menos a más en esta temporada. Comenzó flojo, creando alguna duda a la afición rojiblanca, pero lleva unos partidos rindiendo al nivel que nos tiene acostumbrados. Oblak hizo paradas importantes ante la Real Sociedad. El cancerbero esloveno jugó su partido 456 con el Atlético e igualó a Carlos Aguilera como el quinto jugador con más encuentros en la historia del club rojiblanco. Estando Oblak a este nivel, el equipo recibirá pocos goles.
Griezmann. Y si Oblak estuvo muy bien debajo de la portería, Griezmann hizo una obra de arte en el gol de Julián Alvarez: perfecto desmarque y taconazo de lujo para que el argentino hiciese gol. Griezmann es un fuera de serie, pero siempre está al servicio del equipo. Y esa es su grandeza: técnicamente es superior a los demás, pero no deja de pelear un balón, no deja de correr, de sacrificarse por el bien de los otros... Griezmann, además, cumplió en San Sebastián 400 encuentros con el Atlético.
El parón. El Atlético se va al parón y lo hace lejos de la cabeza, a siete puntos de un Barcelona que está intratable. El equipo azulgrana sí parece dispuesto a llevarse el campeonato. No se anda con medias tintas. Justo lo contrario que un Atlético que nos deja con un amargo sabor de boca. Sinceramente, creo que se puede hacer más.