Asensio exige a Ancelotti
La cosa no era para tanto después de la derrota en Alemania. Preservar la primera plaza para el Madrid pasaba por ganar al Celtic y se daba por descontado debido a la forma de jugar de los escoceses. El partido de Glasgow anticipaba el trazo del duelo y delataba las facilidades que iba a disfrutar el equipo de Ancelotti de un adversario de muy buenas maneras, pero sin forro ni pegada en las áreas. Con Modric y Kroos vinculados al juego, el Madrid abanicó la pelota de un lado a otro, giró el endeble entramado defensivo escocés y ganó línea de fondo con extrema sencillez. La profundidad de Valverde y Carvajal, las rupturas de Rodrygo y, sobre todo, la determinación de Asensio le dieron un punto más en ataque. Fue el balear la gran noticia del encuentro por cómo lo encaró. No se vio al jugador apocado de otras veces, ni al que espacia sus intervenciones. Su actuación fue constante y adquirió la verticalidad en sus acciones que tanto se le pide. Asensio siempre miró a la portería rival, acomodó los controles para acelerar el juego y tiró con mala baba buenos pases en profundidad. El gol, que lo tiene en especie, también le llegó. Hace falta mucho más para valorar su progresión reciente, pero sus últimas faenas cambian la percepción sobre él y reclaman un lugar más prestigioso a Ancelotti.
La autoridad en el resultado del Madrid también procedió de la amabilidad del Celtic. El campeón escocés fue incapaz de inscribir en el marcador sus buenos momentos. Se vio que maneja al dedillo el protocolo del juego de posición y logró cacarear la cuestionada firmeza defensiva del Madrid en este tramo de temporada, mal los laterales y distraído de nuevo Alaba. Sin embargo, sus definiciones infantiloides le privaron de cualquier opción real de estar en el partido. A excepción de Jota, sus remates al bulto hicieron al Madrid no sentir peligro, divertirse en el encuentro y amarrar el obligado primer puesto que le debería deparar, a priori, un buen sorteo. Con Asensio otra vez en la nómina de recursos hábiles, aunque está por ver si es algo sustancial. Por ahora, al menos, exige a Ancelotti mayor participación.
Buena alianza
Asensio y Rodrygo construyeron una sociedad productiva ante la defensa adelantada del Celtic. El español puso de cara a portería al brasileño con entregas al espacio que se compaginaban con los desmarques de Rodrygo. Una y otra vez.