Asencio y el penaltito
Derbi de dos caras. Si un marciano aterriza en la Tierra en el descanso del derbi y solo hubiese visto la segunda parte habría regresado a su planeta contando que el Real Madrid tiene una fama bien ganada y que podía haberle metido cuatro a los de las rayas rojas y blancas. El gol de Mbappé inició el cambio climático y luego llegó ese arreón de vigente campeón que suele tumbar a los rivales en la lona. Lo evitaron entre Oblak y el larguero, pero es evidente que a un partido de 45 minutos el derbi se hubiese quedado en la guarida del equipo que manda en la capital desde hace 100 años...
Primer tiempo infame. Pero si el marciano se mete en la máquina del tiempo y asiste al derbi desde el pitido inicial hubiese dicho a los marcianitos con curiosidad futbolera que en el primer acto del partido los de blanco ni habían comparecido. Ni un tiro entre los tres palos, una posesión estéril y sin verticalidad, una lentitud desesperante, escasa agresividad en los duelos... Vamos, que no parecía un derbi. Encima, el VAR irrumpió en escena para pitar un penaltito, una acción que no llevaba peligro alguno (el balón estaba a cuatro metros) mientras que Tchouameni, por la inercia de la acción, pisa ligeramente a Samu Lino, que exagera en la caída para generar la duda. Soto Grado estaba al lado y dice que se levante (bien peritado), pero De Burgos Bengoetxea, que casi nunca es árbitro de VAR (curioso que le pongan en un partido de tanto calibre), llama al riojano para que el madridismo vuelva a cargarse de razones con el asunto arbitral. En Cornellà, hace una semana, el Madrid sufrió tres penaltis de VAR, pero el ínclito Iglesias Villanueva se inhibió en los tres. Eso es lo que duele en el Bernabéu. Este tipo de penaltis al Madrid no se los pitan ni en broma. No queda otra que asumirlo y tragar. Después de la nota ya sólo cabe responder en el campo...
El orgullo de Asencio. Este chico se llama Raúl y es canterano. Bendecido ya solo por eso. Y juega con un ardor que enorgullece a la afición. Asencio sí jugó todo el partido como debe encararse un derbi. Agresivo en los duelos, veloz en carrera, yendo a por todas y poniendo en su sitio a Julián Alvarez y Griezmann. Asencio tiene cosas de Nacho y de Sergio Ramos. Ha pasado la ITV del Real Madrid.
Minuto 93. Después del cálido y merecido homenaje a Marcelo antes de arrancar el derbi (25 títulos de blanco contemplan al brasileño), se unió a la conjura otra leyenda del club, Sergio Ramos. Su presentación con el Rayados de Monterrey tuvo un guiño vikingo que ha sido muy valorado por los fieles a la religión del Bernabéu. Ese dorsal con el 93 era una delicia con el derbi a la vuelta de la esquina. Jamás olvidaremos su cabezazo legendario en Lisboa. Con el camero empezó la década prodigiosa, muy bien reflejada por nuestros compañeros de Amazon con ese documental ‘Cómo no te voy a querer’, que pone la piel de gallina a todo buen madridista. Imperdible.
Pese a todo, líderes. Cierto que hace dos semanas parecía la Liga más que encarrilada, pero al menos el equipo se fue a dormir como líder y a la espera de lo que haga el Barça en el Pizjuán este domingo. Asumo que en una semana los blancos han dejado escapar cinco puntos, pero no olviden que el arbitraje de ambos partidos ha pasado factura en el puntaje final. Eso es no es llorar ni es una excusa, es una cruda realidad.
A por el City. El martes viviremos el enésimo capítulo de los City-Madrid y Guardiola-Ancelotti. El gran Clásico de Europa. No me fío de ese City metido en dinámica negativa. Ante el Madrid saldrán a muerte en el Etihad. Y así debe salir el actual campeón de la Champions. Ya toca una gran noche europea...