Revulsivo. Tuvo que ser él. Tuvo que ser Ángel Correa el que hiciera el 1-1 y el que lograse un punto que parecía complicado. El argentino salió en el segundo tiempo y revolucionó el choque, algo habitual en él. Ya nos tiene acostumbrados. Pero no por ello hay que dejarle de dar el mérito que se merece. El Atlético nunca dejó de creer. Como Correa. Él tampoco deja de creer. Siempre suma, siempre aporta, sea desde el inicio o entrando con el encuentro empezado. Angelito de mi vida. El equipo de Simeone logró el empate en un choque donde no tuvo un fútbol fluido. En la recta final sí fue el Atlético que nos ha acostumbrado esta temporada. Y logró ese punto que hace que siga sin perder en este campeonato. Y no hay nada que produzca más alegría y regocijo que hacerle un gol al Madrid en el descuento. Pareció que el que tenía dos días más de descanso fue el equipo madridista, pero no... El Atlético sacó fuerzas de flaqueza y logró la igualada.
Hay Liga. El derbi deja al Atlético más o menos como estaba. Le ha restado un punto al Barcelona y tiene al Real Madrid a tiro. Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacio, pero lo cierto es que hay Liga por delante. El Cholo sorprendió a todos con su once inicial y sinceramente creo que no salió el plan como el técnico esperaba. Pero reaccionó tras el descanso y el banquillo volvió a ser determinante. Es la diferencia con otras temporadas. Este año el Atlético sí tiene banquillo y eso se termina notando. El Real Madrid se veía ganador, pero sigue sin derrotar al conjunto rojiblanco en el torneo liguero.
Récord. El Cívitas Metropolitano tuvo una asistencia récord: 70.112 espectadores. La visita del eterno rival siempre despierta un gran interés y en esta ocasión sucedió igual. Pese al día y al horario se consiguió ese récord. ‘Hasta el fin de mis días’ se pudo leer en uno de los fondos del estadio a la salida de los dos equipos. Además, hubo un gran mosaico de cartulinas rojas y blancas y otra con el escudo del Atlético. El inicio del choque fue espectacular.
Incidentes. Lamentablemente el partido se tuvo que detener por los incidentes en uno de los fondos del estadio. Una pena que unos pocos pongan en tela de juicio a toda la afición del Atlético. En esta ocasión no hubo ningún problema con Vinicius, pero parte de la afición no guarda gran recuerdo del paso de Courtois por el equipo rojiblanco. No hay que tolerar el lanzamiento de objetos al terreno de juego. Ni en el Metropolitano ni en ningún campo. Hay algunos que se creen los dueños del estadio, los que representan a la hinchada rojiblanca y esto no es así.
Rivalidad. Me escriben mis amigos de la peña atlética Castillo de Lorca (Murcia). Van a cumplir diez años y a lo largo de la temporada van a establecer acciones para celebrar ese décimo aniversario. Uno de ellos ha sido un aperitivo organizado para los directivos de la peña del Atlético y para los de la Peña Madridista ‘Ciudad del Sol’ (1959). En este caso, rivalidad bien entendida. Los peñistas de ambos equipos pasaron un buen rato, como debe ser. Luego cada uno fue a defender a su equipo, como debe ser.
Benfica. Debutó en el torneo Javi Galán y me alegro por él. Estuvo cerca de marcharse, pero no lo hizo y el Cholo le puso en el campo. El Atlético no puede darse respiro. El miércoles le espera otra gran prueba, en esta ocasión frente al Benfica. La semana que preocupaba tanto terminó bien: victoria en Vigo y empate en el derbi. El Atlético se mantiene en pie.