Ancelotti lo clava con el VAR

Ancelotti se despidió personalmente de Benzema el miércoles en Valdebebas junto a los 25 títulos conquistados por el mago francés en sus 14 años de blanco, de los cuáles 10 fueron con Carletto en el banquillo del Bernabéu. Después cenó con sus nietos (su gran pasión aparte del Real Madrid) y al día siguiente partió con su encantadora esposa a Canadá, su otro paraíso existencial aparte de Madrid. Pero antes dejó para ‘Il Giornale’ una serie de reflexiones que conviene analizar por su inteligente calado.

La que más me identifica es la que se refiere al VAR: “Se utiliza mal y demasiado. El VAR le ha quitado poder al árbitro. Toman decisiones que no están en línea con la realidad del juego”. Chapeau, míster. El VAR nació para arreglar errores clamorosos y escandalosos del árbitro de campo, no para pitar fueras de juego por el pelo de una gamba (¿cómo se puede anular un gol por una uña adelantada del dedo gordo?) o mandar a Segunda al Espanyol por una gol fantasma que nunca entró (los atléticos se han ‘olvidado’ de esa jugada en sus últimas quejas) o una presunta falta al portero en un salto limpio que Mamardashvili se come con patatas. Y con las manos han hecho lo que les ha dado la real gana. Así se desvirtúa por completo la pureza del fútbol y la credibilidad de toda la competición.

Ancelotti vuelve a hacer una confesión maravillosa de madridismo, recordándole a los responsables de la Confederación Brasileña de Fútbol que el Real Madrid es lo más grande que existe. Carlo está enamorado de la capital, de su cultura, sus museos y su gastronomía. Y adora ser el entrenador del mejor equipo de la Historia en este nuevo Bernabéu que a finales de curso estrenará sus mejores galas con una inauguración que promete ser espectacular. Ancelotti ya forma parte de la planta noble de la Sala de Trofeos.