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Ancelotti activa a la tropa

A la tarea de persecución a la que se ha abocado el Madrid le agradan partidos como el de la visita del Espanyol. El equipo blanco no solo alcanzó la victoria, sino que también se reconoció a sí mismo y recuperó sensaciones en un momento delicado de la temporada. Ganó cuando se puso a ello, pese a largos ratos de distensión. Fue una faena lustrosa, a la par que incompleta por una puesta en escena demasiado relajada que dejó en mal lugar a Carvajal y Camavinga en los laterales que castigó Joselu. Pero el Madrid, además de reaccionar a tiempo, practicó pasajes de buen juego y descongeló su ataque para acabar con sus cuitas goleadoras. Lo verdaderamente importante para los de Ancelotti fue la velocidad que dieron a su fútbol. El Madrid distribuyó bien la posesión con cambios de lado a lado y mucha movilidad ante un Espanyol que sobreprotegió el área en exceso dejando libre la frontal. Por eso se quedó sin salida ante un Madrid constante, levantado por Vinicius.

Se adivinaba que la remontada blanca pasaba por el brasileño y este correspondió como acostumbra a hacer. Es el mejor plan del Madrid, casi el único en demasiadas ocasiones, pero tal es su grado contestatario hacia los rivales que no sorprende nada. El efecto extremo que tiene Vinicius para atraer, marcharse y definir sacudió a un Espanyol al que le sobró prudencia y le faltó mayor agresividad. Aunque Diego Martínez doblara el lateral, el brasileño encontró la forma de hacerse valer. Con Vinicius abierto, Kroos y Modric tuvieron predicamento, Tchouameni hizo gala de su frialdad para lo bueno y para lo malo y Carvajal se involucró en la ofensiva por la banda derecha ante la posición cerrada de Cabrera. Se buscó así el Madrid una remontada que contó con la cabeza de Militao y la limitada pujanza del Espanyol cuando se vio por detrás. Solo Darder se opuso a un triunfo que acabó decantándose en una jugada de cierta singularidad de Nacho. Hasta eso le fue bien a los de Ancelotti, que no pierden del todo la fe a la Liga.

El arrastre de Camavinga

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El francés progresa por dentro y se lleva con él a Vini Souza en la jugada del empate del Madrid. Su movimiento libera más espacio interior en favor de Vinicius, que finaliza la acción individual con un remate magnífico.