Alexander-Arnold se baja del barco

Historia. Cualquiera que conozca el Liverpool sabrá que es un club con una idiosincrasia única, incomparable, orgullo de su gente, de su ciudad, de la clase trabajadora de quienes lo apoyan. Michael Robinson contó en una excelente entrevista en AS que cuando eran juveniles tenían que limpiar las botas de los integrantes del primer equipo y que, llegados a la élite, ni siquiera tenían camisetas limpias para todos los encuentros. “La gente trabaja duro toda la semana para gastarse las libras en verles a ustedes”, les comentaba Bob Paisley a aquellos que se salían de la línea del club para adentrarse en los vicios de niño rico que comenzaba a generar el fútbol. Si había que jugar con barro del partido anterior, se jugaba. Ese espíritu jornalero hace del Liverpool una razón de ser.

Título. No hay en la Premier, quizá la del United, afición que mueva en masa a más hinchas ni con tanto sentimiento de pertenencia. En campos como el del City o el del Chelsea son constantes las mofas de sus aficionados contra estos dos clubes que consideran artificiales, y en el fondo quizá tengan razón. Se les oye a ellos más que a nadie. Es gente que vive por el Liverpool toda la semana, toda la vida, como una religión. Después de una temporada en la que estos mismos hinchas estaban preparados para sufrir, la primera sin Klopp y con un recién llegado, Slot, el título está a tiro de un empate ante el Tottenham en Anfield. La fiesta va a ser total. Solo los reds han sido capaces de quitarle la Premier a Guardiola, además en dos ocasiones, desde que llegó. Sin embargo, algo afea la fiesta y la temporada: el futuro incierto de Alexander-Arnold.

Posible marcha. Es él, junto a Curtis Jones, el único jugador nacido en Liverpool de la plantilla, la joya de la cantera, el futbolista que mejor debería entender la historia y el sentido del club. Pese a ello, ha ido dilatando su renovación por los cantos de sirena del Madrid, a diferencia de lo que hicieron Van Dijk y Salah, las otras dos estrellas que han terminado por renovar. Nadie entiende cómo en un proyecto ganador como el de Anfield el primero que quiera bajarse del barco sea precisamente el chico de casa. Justo él. Ese que debería saber mejor que nadie de dónde se va. Una deshonra al You’ll never walk alone.

Hoy descubrimos a... Abdellah Ouazane (2009). Acabó la Copa de África Sub-17 con título para Marruecos y MVP para este número 8 del Ajax, nacido en Holanda y con la Premier detrás de sus talones. Un Pedri en potencia. Buenísimo.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí