Alcaraz sale cabizbajo

El torneo de Miami avanza sin Carlos Alcaraz en el cuadro. El campeón de 2022 perdió en su estreno ante David Goffin, el número 55º del mundo, después de ofrecer “un nivel muy pobre”, según sus propias palabras. Alcaraz ha salido cabizbajo del Sunshine Double, ese soleado doblete de Masters 1.000 estadounidenses, de costa a costa, de California a Florida, que tan bien se le había dado al español en las últimas ediciones, con tres títulos en tres años. Esta temporada también tenía volcadas muchas esperanzas en los dos escenarios, donde siempre se siente a gusto, pero el balance ha sido malo. “Venía sintiéndome muy bien, pero después de esta derrota ya no sé qué decir”, se lamentó tras sucumbir ante Goffin. En Indian Wells, donde defendía su doble corona, cayó en semifinales ante Jack Draper, el posterior vencedor. Y en Miami, ya saben, la cosa ha ido infinitamente peor.

En ausencia de Jannik Sinner, suspendido por dopaje, Carlitos no solo no ha podido aprovechar las oportunidades, sino que cierra el primer periplo del curso por pista dura con muchas dudas en su juego. Su único consuelo, en cinco torneos, fue su título en el ATP 500 de Róterdam. En los otros cuatro cedió ante rivales con peor ranking. Quitando la derrota en cuartos de Australia ante Novak Djokovic, los demás fueron oponentes a los que el murciano debería vencer en condiciones normales. La cosecha es más floja de lo que el propio Alcaraz preveía. Pero ya no tiene remedio, así que hay que mirar hacia delante. Borrón y cuenta nueva. En breve llegará la temporada de tierra batida, tradicionalmente más favorable a sus cualidades, que culminará con la defensa del trofeo en Roland Garros. Antes, en teoría, deberá recorrer Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma. Buen territorio para resurgir.

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