Al Barça no le sientan bien los volantazos

Lo mejor del fútbol es que pasas del negro al blanco sin pisar el gris, me dijo un domingo de lluvia en Pasarón un entrenador del Pontevedra que vivía instalado en una montaña rusa. El Barça se trajo de Arabia un sobrepeso de dudas mientras su eterno rival pensaba ya en el triplete que nunca ha conquistado tras haberlo goleado con un punto de displicencia. Cuatro días después, el Madrid perdía el billete de la triple corona y los de Xavi pasaban de ronda.

Los azulgrana tienen muy difícil la Liga y la Champions nunca la han ganado sin estar a tope en todos los frentes. Bien no pinta, pero vaya usted a saber. Lo que no es novedad en el Barça es salvar una temporada con la Copa. Fue el título que de hecho evitó a Cruyff pasar por la guillotina tras derrotar a la ‘Quinta del Buitre’. El holandés estaba casi cesado. Al año siguiente empezaría la era del Barça Triomfant de las cuatro Ligas seguidas y la primera Copa de Europa. Xavi en su primer año completo ha ganado la Liga tras reconstruir el equipo en desguace como el Camp Nou. Si enlaza esta campaña con un título como el copero debería ganarse la continuidad. Ya sé que me estoy quedando solo en su apoyo, en el AS y hasta en mi familia. Mis hijos empiezan incluso a dudar y su madre prefiere no opinar para evitar meterse en líos domésticos. Yo, mientras, trato de hacer pedagogía recurriendo a la historia de nuestro club. Nunca los volantazos nos han sentado bien

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