Ahora sí, a pensar en la Copa
El pulso del Bernabéu era para el Athletic un incordio, una chinita en el zapato. Valía para que no perder el ritmo tras 15 días sin competir. Se trataba de exponer lo justo. La Copa estaba en la cabeza, y se vio en los cambios no forzados por lesión, es decir, todos menos el de Yeray. De Marcos, Prados, Guruzeta y Sancet no actuaron los 90 minutos para no correr riesgos de cara a La Cartuja.
La plantilla vio cómo se lesionaba Yeray y aún se reforzó más la idea de: ¿y si ahora caigo y adiós a una cita histórica? Así que lo más importante pasó a ser salir con dignidad de este embrollo. Un 2-0 estaba bien. Una paliza muy grande podía haber levantado ampollas en esta sala de espera para la cita ante el Mallorca. Habría sido dramático perder a otro central, porque solo hay tres.
Muniain volvió a disfrutar en un escenario grande y hasta rozó el tanto de la esperanza. Plácida noche para el Madrid, que se llevó otro pulso ante los rojiblancos y sin sudar. Agirrezabala pudo hacer algo más en el 1-0, parece que le cuesta a veces en los saltos horizontales. Lo mejor de todo, el pitido de Alberola Rojas a las 22:51 horas. Ahora, sí, a pensar en la Copa. Ya podría disputarse en este majestuoso Bernabéu. Entraríamos muchos más.
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