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Acabemos cuanto antes

Cuentan las crónicas que el coche fúnebre que transportó el cuerpo de Manuel Fraga Iribarne llegó con veinte minutos de adelanto al cementerio de Perbes, algo que no sorprendió en exceso a los presentes: “Así era él”, se sonreían unos a otros. Y así deben ser, en general, todos estos gallegos ilustres que se nos han ido muriendo en los últimos tiempos, incluido un Don Luis Suárez Miramontes que regateó a la muerte hasta la edad de 88 años y que, de poder elegir, seguro hubiera optado por acabar con todos los fastos y homenajes cuanto antes. “De lo que gané me acuerdo yo mejor que nadie”, dijo en una ocasión. Nunca daba puntada sin hilo.

A Don Luis, que fue Luisito hasta el final, perpetuando esa costumbre también muy gallega de morirse sin envejecer del todo, le molestaba el escaso reconocimiento que recibió como futbolista en comparación a otros de méritos más escasos, pero mejores padrinos. “Si no lo digo yo, parece que ningún español haya ganado el Balón de Oro”, se lamentaba con razón. “Y uno de bronce. Y dos de plata”. Algunos sostienen que jugó en los equipos equivocados, de los que no te garantizan sello ni relato. Gallego en todas partes, de él suele decirse que en Italia lo tenían por español y en España por italiano, sin duda una de las frases más utilizadas para tratar de justificar ese olvido consciente al que se le sometió cuando nuestro país comenzaba a construir su propio olimpo para deportistas.

Está la otra vía de entendimiento. Consiste en pactar que nunca jugó en el Madrid y que apenas hizo carrera en el Barça, algo que pone de acuerdo a más gente de la que parece, especialmente en Barcelona, pues ya entonces se valoraba un buen balance económico por encima de las aspiraciones deportivas: “El nuñismo antes de Núñez”, que diría un buen amigo mío. Ahora, ya veremos cómo, cuándo y para qué, el Barça ficha a futbolistas como Vitor Roque, que tiene en común con Don Luis poco más que un deje en el acento: uno era El Arquitecto, el otro tiene pinta de tuneladora, aunque todavía tendremos que esperar unos meses para poder comprobarlo. Qué ganas de acabar de una vez con este sufrimiento.