Mis amigos de la peña de Lorca no estarán muy orgullosos de su paisano. Sánchez Martínez no quiso saber nada en la jugada final del Barcelona-Atlético. No es nada nuevo, ha sido la tónica habitual en los partidos de esta temporada. El colegiado no vio penalti en la mano de Busquets cuando el encuentro finalizaba. Nadie sabe lo que puede pasar en este tipo de jugadas y los árbitros se han encargado de crear tal confusión y disparate. Los aficionados del Atlético sí saben que si la jugada se hubiera producido en el otro área, el árbitro hubiese señalado penalti. Hay una extraña razón por la que el Atlético puede acabar la Liga sin ningún penalti a favor. Los aficionados recuerdan que en acciones parecidas como la del Camp Nou, al Atlético le señalaron penaltis en contra ante Rayo Vallecano y Getafe, por ejemplo. El de Saúl ante el conjunto de Sánchez Flores es casi idéntico al del pasado domingo.
El equipo de Simeone lleva 33 jornadas consecutivas sin que le señalen un penalti. Repito la cifra: 33 jornadas. Ha batido un récord de hace 80 años. Casi nada. Va camino de un año sin que el Atlético tire un penalti en LaLiga. ¿Se imaginan si esto le sucediera a Real Madrid o Barcelona? No. Porque es imposible. 33 jornadas son muchas jornadas, muchas acciones dudosas, en las que en alguna ocasión el colegiado pueda incluso equivocarse a tu favor. Pero no ha sucedido eso. En una ocasión Mateu Lahoz (ya ni cae bien al personal) le dijo a Morata que había visto el agarrón del jugador del Getafe, pero no era para señalar penalti. En otras el Atlético se ha cruzado con Gil Manzano, muy autoritario con el Atleti y mucho más benevolente con el madridista Rodrygo, por ejemplo. Lo peor, ya lo he dicho varias veces, no es ser un árbitro malo sino un colegiado cobarde.
Vuelvo a repetirlo: 33 jornadas, casi una Liga sin que un jugador del Atlético vaya al punto de penalti. Los detractores del Atleti y del Cholo argumentaban aquello de que el equipo rojiblanco jugaba a defenderse y no atacaba. Ahora la situación es diferente: el Atlético juega al fútbol, propone, ataca, tiene ocasiones, pisa el área rival. Todo eso que se dice para argumentar todos los penaltis que le pitan al Madrid.
La gente está cansada. Y muchos están deseando que los colegiados vayan a la huelga. Hablo con unos seguidores, con otros y la coincidencia es la misma: que vayan a la huelga ya. El Barcelona va a ganar el título porque ha sido el mejor equipo. La va a ganar porque un conjunto que encaja sólo nueve goles es que algo ha hecho bien: jugando a las cuatro de la tarde, con sol, de noche, en césped en perfecto estado y en alguno no tan bien. Eso es tan obvio como que algo raro ha pasado con los arbitrajes del Atlético. ¿Acabará la Liga sin ningún penalti a favor? Apuesten a que sí. Aunque a lo mejor para no dar tanto el cante, Medina Cantalejo y compañía se tapan un poco y señalan uno... con nada ya en juego. Otra cosa es que luego el Atlético haga gol. Que también me apuesto a que lo falla, viendo los problemas rojiblancos a la hora de encarar el punto fatídico.