Abde mueve su techo
Un despegue dinámico
Si alguien pensaba que Abde era flor de un día y que jamás iba a ser lo que figuraba cuando explotó en el Barcelona, su inicio de temporada supone una enmienda a la totalidad a esa impresión. El extremo del Betis, de 22 años, ha vuelto a asomar con una energía, desparpajo y conocimiento del juego que vuelven a disparar su reputación. Sobre sus hombros se instaló un prejuicio de jugador más efectista que efectivo y acomodado. Las expectativas sobre su evolución se evaporaron y la realidad pintaba fea en el Betis. Pero ahora ha emergido otro Abde, más dinámico, intenso y resolutivo. Algo ha cambiado este verano en su forma de jugar. Ya no espera tanto el balón al pie y lanza desmarques tanto por el carril central como por la banda. Contra el Leganés estuvo en todas, no por su extraordinaria capacidad en el regate (apenas intentó tres), sino por moverse con filo y atacar los espacios libres. Fue, además, el futbolista que más hizo progresar las jugadas del Betis ―nueve pases y 11 conducciones hacia delante―, apareció en zona de finalización ―cuatro remates― y acaparó un protagonismo importante ―79 intervenciones con el balón― en distintas fases del juego. En definitiva, Abde comienza a redimirse a través de una mayor movilidad, una mejor conexión con el colectivo y un poder de decisión importante en los metros. Su techo vuelve a ser muy alto.
Goles y puntos
El despertar de Abde hace más fácil al Betis la vida sin Ayoze. Por cuestiones económicas no pudo retener a un talento como el canario, que también parece consagrarse con la Selección. Es el Villarreal el que ahora lo disfruta a todos los niveles. Porque no solo se radica como un futbolista creativo en la esfera ofensiva; también se ha convertido en un goleador consumado que ofrece un sostén importantísimo a su equipo en la clasificación. Con el tanto al Mallorca, Ayoze ya ha dado cinco puntos al Villarreal directamente con sus goles, dos en el tiempo del descuento: ante el Sevilla y en Son Moix. Hasta su estadística revela la influencia irrebatible de Ayoze.
El buen pie
Pocos confiaban en un amanecer tan fiable del Espanyol. Las estrecheces económicas han condicionado la confección de la plantilla, pero han sido paliadas por el ojo clínico de Fran Garagarza en la dirección deportiva. Ya triunfó en el Eibar y ahora, tras el ascenso, pretende hacerlo también en el Espanyol. Kumbulla, Kral, Carlos Romero o Tejero son fichajes que han caído de pie. Precisamente, este último resultó decisivo con sus dos asistencias a Puado en la victoria frente al Alavés (3-2). Con 28 años, el lateral vive un período de madurez al que añade su calidad en el golpeo y la habilidad para dar profundidad por la banda. Así lo hizo ante el equipo babazorro. El Espanyol llevó el 42,3% de los ataques por su banda y él correspondió con cuatro pases clave y solo una entrega errada. Su bagaje en Primera se ceñía a un pocos partidos con el Eibar, pero ahora será difícil que dé un paso hacia atrás.