A romper la maldición inglesa
Solo McManaman supo entender lo que es este club y lo que es la cultura española. Bellingham debe romper ese mal fario...
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El futbolista inglés suele tener dificultades para adaptarse a nuestra Liga. Y eso que a priori es sencillo hacerse al clima (300 días al año con sol en Madrid), la gastronomía (quien se come un cocido, una fabada o una buena paella no vuelve atrás), los horarios laxos y atractivos (¿cómo se puede cenar en las Islas a las siete de la tarde?) y un fútbol templado y de calidad, sin tanto frenesí y estrés físico como en la Premier. Ser futbolista de élite en España es un oficio muy interesante.
Sin embargo, al Madrid no se le han dado especialmente bien los ingleses. Empezando por Laurie Cunningham, y eso que en 1980 pasó a la historia por ser el único jugador del Madrid que ha sido aplaudido en el Camp Nou. Owen pasó sin pena ni gloria en la era de los Galácticos. Woodgate pasó más tiempo en el enfermería que en el césped del Bernabéu. Beckham fue un profesional ejemplar, pero apenas ganó dos títulos en sus cuatro temporadas aquí (una Liga y una Supercopa de España). Solo McManaman supo entender lo que es este club y lo que es la cultura española. Ganó dos Champions (Octava, gol incluido, y la Novena) y se casó en la catedral de Palma. Bellingham debe romper ese mal fario...
