Mucho ruido y poco Mbappé

El sábado 28 de mayo, Kylian Mbappé no marcará el gol de la victoria del Madrid contra el Liverpool. Tampoco dará una asistencia a Karim Benzema. Tampoco ofrecerá una de esas galopadas que tanto impresionan al mundo del fútbol. Tampoco levantará la Copa de Europa con esa maravillosa frase escrita en francés desde 1956. No hará ninguna de estas cosas porque no vestirá la mítica camiseta blanca, porque no jugará esta final. Simplemente porque Mbappé todavía no es jugador del Madrid. Creo que es importante recordarlo. La omnipresencia de mi compatriota en los medios de comunicación (escuchen las preguntas de ayer a Ancelotti en la rueda de prensa previa al partido contra el Betis) y en el madridismo al completo me parece una molestia de cara a lo que es el objetivo número uno de esta temporada: la final de la Champions.

Mucho ruido y poco Mbappé. Quiero decir "nada de Mbappé" porque es imposible que el Madrid anuncie el fichaje del delantero galo antes de la final. El club blanco conoce sus prioridades y la necesaria gestión de los tiempos. Por todo ello la experiencia de Carletto será clave para que esta locura de rumores y especulaciones no venga a molestar la esencial concentración del vestuario merengue sobre la conquista del Decimocuarta. Nadie duda de que Mbappé es el futuro del Madrid. Pero el futuro debe empezar el 29 de mayo. No antes.