SIN CADENA

El 'Dooring', o fácilmente evitable accidente de puerta abierta

En tres días han ocurrido en mi entorno dos siniestros de este tipo. Os cuento cómo fueron y lo sencillo que es prevenirlos como conductores

MS Injury Lawyer Blog

Antes de nada, no quiero que este texto se malinterprete. Porque vamos a tratar el tema ciclistas-conductores y sé que la gente se pone susceptible. Pero en esta Semana Santa han sucedido dos episodios similares en pocos días en mi entorno, y lo único que pretendo es que se conciencie un poco sobre un acto que provoca numerosos accidentes de ciclistas en la carretera y que son fácilmente evitables.

Os pongo en situación. Miércoles Santo. En una travesía urbana por una carretera nacional donde los coches aparcan en línea a pie de carretera, un conductor que acaba de estacionar en el lado derecho abre la puerta sin ser consciente de que un ciclista estaba pasando a la altura del coche.

El hombre de la bici hace un cambio de trayectoria brusco e instintivo para no chocar con la puerta y lo logra… pero a su lado lo estaba adelantando otro vehículo, que lo arrolla por completo. De hecho, el ciclista queda debajo del coche y entre varios vecinos que estaban en la calle tienen que levantarlo a pulso para que los servicios médicos puedan sacar al ciclista. Afortunadamente, todo quedó en varias costillas rotas porque el coche que adelantaba no iba muy rápido.

Viernes Santo. Travesía urbana pero no en el centro de un pueblo, sino a la salida. También se aparcan los coches en línea en el arcén-cuneta de la carretera. Lo mismo. Un conductor aparca y abre la puerta sin ser consciente de que un ciclista está pasando por su lado. El ciclista vuelve a hacer lo mismo, dar el quiebro al ver que se le planta un muro delante, pero no le da tiempo a sortear el obstáculo del todo.

Pega con una pierna en la puerta, saliendo despedido hacia el carril de la carretera en que viajaba y cayendo al suelo. Los coches que andaban cerca se paran, llaman a los servicios médicos y lo llevan al hospital con un tobillo roto. Que poco es para lo que se podría haber hecho, la verdad.

Como digo, no voy a hacer acusaciones ni criminalizar a nadie. Pero todo esto se puede evitar mirando por el retrovisor unos segundos antes de abrir la puerta. Los ingleses llaman ‘dooring’ a este tipo de accidentes, y en castellano se les dice ‘accidentes de puerta abierta’. Hay pocos estudios sobre esto, pero los que conocemos dicen que el 80% de estos siniestros acaban en lesiones de consideración para el ciclista. Pensemos que chocar a 30 kilómetros por hora –que es una velocidad más que asumible para cualquier persona que vaya en bici- contra una puerta de un coche abierta es como darse de frente contra un muro.

Así que, por favor, es fundamental automatizar esa simple conducta. Aparcar, mirar por el retrovisor, y no abrir hasta que el camino esté despejado. También podemos hacer primero una tímida apertura de unos 10 grados de ángulo para que vean que pretendemos salir y puedan iniciar la maniobra con más tiempo y garantías. Además, el conductor tampoco está libre de riesgo si sale muy seguido o, en vez de una bici, lo que está pasando junto al coche es una moto. Por ejemplo. Según un estudio de 2011, más del 20% de los accidentes en bici fueron de puerta abierta. Podríamos reducir una quinta parte los siniestros de los ciclistas con este simple hábito. Mejor prevenir que luego lamentar.

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