En el fútbol hay jugadores que aguantan el dolor de una forma especial. Tienen un umbral del dolor muy alto con lo cual lo soportan mucho mejor. Otros lo tienen muy bajo y ante cualquier estímulo doloroso, abandonan el terreno de juego y su recuperación es lenta y pesada. En el caso concreto de Luis Suárez, el umbral del dolor es muy alto, como lo demostró a lo largo de su carrera. Sus recuperaciones, incluso las intervenciones quirúrgicas, han sido muy rápidas, en comparación con la media. En esta ocasión los servicios médicos del Atlético dicen que tiene una lesión muscular en la pierna izquierda, en espera de evolución. Es de suponer que se trata de una lesión en el gemelo o en el sóleo, probablemente no muy clara y dadas las características físicas del jugador, el pronóstico en cuanto a tiempo es difícil de establecer.

Esta semana, un jugador internacional ha tenido que abandonar su selección por una lesión muscular. Ha venido a Madrid y a los dos días ha jugado con su equipo. ¿Por qué? El cuerpo médico conocía perfectamente las características físicas del jugador y su umbral del dolor. Esperemos que el bravo jugador sea fiel a su trayectoria y esta lesión muscular no le aleje de los terrenos de juego más tiempo de lo indispensable y en 10 o 15 días esté jugando.