El gol de Rodrygo despejó el nubarrón

La victoria sobre el Inter recoloca al Madrid en el grupo. No es que remedie plenamente el desastre ante el Shakhtar, pero ese tercer gol ante el Inter viene a sumarse a los dos alcanzados a última hora en el Borussia Park y confirman que en Europa el Madrid no se rinde. Anoche se adelantó bien en un correcto primer tiempo, con un gol de Benzema adivinando la cesión atrás de Achraf y un córner cabeceado por Sergio Ramos. Pero este gol vino replicado inmediatamente por el de Lautaro y lo que parecía un camino sencillo a la victoria se complicó. Y más en la segunda parte, cuando el Inter se hizo el amo y marcó el 2-2.

Hubo un rato en que veíamos al Madrid fuera. Estaba perdido, el Inter mandaba, amenazaba con el tercero... Cuando reclamábamos a Modric para controlar el juego Zidane optó por Rodrygo y Vinicius, que entraron por Asensio (floja noche la suya) y Hazard (sólo discreto), y justo de ellos dos vino el 3-2, en carrerón de Vinicius y tiro certero de Rodrygo. Claro que para entonces ya había entrado Modric, cuyo efecto beneficioso fue inmediato. Sigue siendo el jefe de este equipo, el pie fácil y la cabeza serena que todos buscan cuando las cosas se ponen mal. Tras esta victoria ante el Inter al Madrid aún le queda camino, pero ya está encarrilado.

Por su parte, el Atlético sacó en Moscú un resultado que podríamos dar por bueno, ya que empatar fuera de casa siempre lo es, pero que supo a poco, porque jugó muy bien. Bien a secas la primera mitad, excelentemente en la segunda, con João Félix en figura dentro de un grupo armónico y con gusto por el ataque. El Atlético siderúrgico de estos años últimos va quedando atrás. Por fin es un equipo que se adelanta, que insiste en el ataque y que tiene recursos tecnicoartísticos, si me admiten el palabro, para abrir defensas cerradas. Fue una verdadera desgracia que empatara, pero el partido permite muchas miradas optimistas al futuro.