El City de Guardiola ganó en el Bernabéu sin depender de la posesión (terminó al 50%). Es la fotografía perfecta del plan de Pep, que fue más cauto que otras veces en Europa y al final encontró premio. La Champions castiga a los valientes, es un hecho. Le ha pasado repetidamente al técnico de Santpedor estos años. Quizá por ello echó el freno de mano en la alineación y en su disposición en el campo.

Fue un City mucho más contragolpeador que dominador. Habíamos visto algo parecido en el partido de Old Trafford de la Carabao Cup y entonces también salió bien. En el Bernabéu triunfó un equipo sin Agüero ni Silva (ni siquiera entraron), pero con un futbolista muy por encima del resto: De Bruyne. Se adapta a todos los estilos el belga, también al de atacar los espacios como falso nueve. La entrada de Sterling fue la guinda. Un City adaptado a los tiempos. Lógico.