Los lazos de Ansu con los Messi

Los dos pases de Messi a Ansu que decidieron el partido contra el Levante son una manera simbólica de acompañarle en el camino. Messi se ha creído tanto al chaval que su hermano Rodrigo está asesorando los primeros pasos de su carrera. Ansu puede llegar. Tiene velocidad al espacio, desborde y remate. No se asusta ante el gol y, aunque está algo tierno aún, lo mejor que se puede decir de él es que todo lo que hace es con muy mala idea, condición indispensable para triunfar en el fútbol.

Ansu fue la gran noticia de un Barça en el que Setién ha metido en el baúl de los recuerdos ese diabólico 3-5-2 que se confirmó absurdo en su primera semana como técnico. El 4-3-3 permitió, por ejemplo, ver uno de los mejores partidos de Semedo con la camiseta del Barça. Ensanchó el campo, progresó y llegó recordando sus tiempos de chaval en la cantera del Benfica, donde jugó como interior y hasta mediapunta.

Fue un Barça, en fin, correcto. Sin más. Con las huellas de Valverde más que las prometidas de Setién. Con el brillo de Ansu, Messi persiguiendo el gol de manera infructuosa y Busquets muy correcto en el centro del campo con Rakitic y De Jong. Recuperadas las coordenadas habituales, que no son ni más ni menos que las había con Valverde en casa, al Barça le viene una semana grande en dos estadios históricos y calientes que van a medir si el equipo se ha recuperado o sigue siendo ese caballero de la triste figura que se arrastró en Valencia y que terminó pidiendo la hora contra el Levante. De la tarjeta a Piqué hablaremos otro día.