Como en España, un país detrás

Qué puedo contar. Estamos muy felices. Ha sido un trabajo largo, que empezó con el trade de Kawhi este verano y continuó con el de Marc en febrero. Un crecimiento constante. No sólo a nivel individual, sino de química de equipo. No éramos el equipo más favorito ni de más talento, pero nos hemos sabido compactar y hemos llegado a ser duros de ganar. Defensivamente, sólidos; ofensivamente, con capacidad para entender cuáles eran nuestras fuerzas y con jugadores que han sabido adaptarse. Marc y Serge están en primera línea en este sentido. Marc venía de ser referente de una franquicia y ha aceptado un rol más complementario pero importantísimo a nivel defensivo y de dirección de juego adjunta. Serge era titular indiscutible y aceptó con generosidad y clase ser decisivo saliendo del banquillo.

Hemos sentido a toda Canadá detrás. Ha sido algo más parecido a lo que vives con la Selección que con un club. Las rivalidades entre Montreal, Vancouver, Toronto o Edmonton se han cancelado y todo el país ha empujado. Ha sido fantástico. Estoy muy contento. La adaptación no fue sencilla, pero ha acabado por darme satisfacciones a nivel de implicación, responsabilidad y toma de decisiones. Estoy muy agracedido a Nick Nurse, que se ha revelado como un magnífico entrenador por cómo ha sabido manejar el equilibrio emocional sin grandes euforias ni grandes depresiones. Eso tiene mucho mérito. También a Masai Ujiri, por la cons­trucción del equipo y el riesgo que tomó en los trades de los que hablábamos. Siento felicidad. A disfrutarlo y ojalá a volver cuanto antes a España.