Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

LA MAGIA DEL TENIS

¿Ampollas en los pies jugando al tenis? No, gracias

Échale un vistazo a estos útiles consejos y evita la aparición de las molestas e inoportunas ampollas en los pies cuando practiques tu deporte favorito.

¿Ampollas en los pies jugando al tenis? No, gracias

El pasado mes de noviembre, vimos en la publicación ¿Cómo podemos combatir las molestas ampollas? algunas recomendaciones interesantes para mantener a raya las ampollas de las manos. Pero claro, estás incómodas burbujas no sólo aparecen en las manos, sino que también pueden aparecer en los pies y reducir considerablemente nuestra movilidad en la pista.

Por eso, en este artículo, vamos a ver de qué manera podemos prevenir la aparición de las ampollas en los pies.

Zapatillas

Hoy en día, con el boom de las compras online, ya ni siquiera nos probamos las zapatillas antes de comprarlas; una buena puntuación y varios comentarios favorables son suficientes para que las incluyamos en nuestro carrito virtual. Sin embargo, no deberíamos hacer esto, a no ser que estemos seguros de que el calzado se ajusta perfectamente a nuestro pie.

Lo ideal sería acudir a una tienda física, especializada en calzado deportivo, y que nos asesoren convenientemente. Una vez tengamos claro el tipo de zapatilla que mejor nos viene, podremos efectuar las compras posteriores, ya sí, a través de la web.

Adaptación

Cuando estrenes zapatillas nuevas, no trates de llevarlas siempre puestas. Altérnalas con tu calzado antiguo y ve adaptándote a ellas poco a poco.

Sacúdelas

Cuando jugamos al tenis sobre cualquier superficie (especialmente en tierra batida), es probable que se nos quede alguna piedrecita o algún pequeño elemento externo dentro de las zapatillas. Por eso, antes y después de jugar, conviene que sacudamos el interior de nuestro calzado para garantizar que no haya elementos que se interpongan entre el zapato y el pie.

Humedad

Es muy importante que los pies estén completamente secos antes de ponernos los calcetines. La piel húmeda se vuelve más blanda y sensible, por lo que las ampollas aparecerán con más facilidad en esas condiciones.

Es recomendable que utilices polvos especiales para pies o, simplemente, polvos de talco. Su aplicación ayudará a mantener tus pies secos.

Calcetines

A la hora de jugar al tenis, no nos vale cualquier par de calcetines deportivos. Muchas veces, compramos esos packs que están de oferta, que traen cuatro pares y que salen realmente económicos. ¡Error! La experiencia me dice que ese tipo de calcetín no suele ajustarse bien a la forma del pie, se mete entre los dedos y queda excesivamente holgado en la zona del talón, haciendo que nuestra experiencia en la pista sea tediosa.

Aunque nos tengamos que rascar un poquito más el bolsillo, deberíamos encontrar unos calcetines de calidad, que se amolden bien a nuestra pisada, que resistan la fricción, que absorban bien la humedad y que aguanten el calor. De lo contrario, estaremos comprando papeletas para que nos aparezcan ampollas en los pies.

Los cordones

Nadie en su sano juicio practicaría tenis con los cordones sueltos, por el peligro manifiesto que supone para nuestros tobillos. No obstante, ello no implica que debamos apretarlos como si nos fuera la vida en ello; lo ideal es alcanzar un punto intermedio en el que la zapatilla esté bien sujeta a nuestro pie, pero sin llegar a producir demasiada presión en él, ya que un exceso de presión propiciará asimismo la aparición de ampollas.

Molestias

Si notas que en algún punto de tu pie se está produciendo una fricción incómoda que te está enrojeciendo la zona, interrumpe el juego y ponte una tirita o una venda que evite el roce con la zapatilla o lo reduzca considerablemente. De lo contrario, lo más probable es que se acabe desarrollando una ampolla.

Si es demasiado tarde...

  • Desinfecta una ampolla abierta con algún antiséptico antes de cubrirla.
  • Si la burbuja aún no se ha reventado, cúbrela con un apósito y fíjala con cinta adhesiva médica.
  • Si la ampolla está perforada, utiliza un apósito hidrocoloide que ayude a drenar el líquido y a agilizar la cura.