Con una sonrisa no forzada, con una “alegría infinita” se presentó Luis Enrique Martínez como nuevo seleccionador. Con espíritu de consenso, de pacto, “en lo que se puede pactar”, con los jugadores, llega el asturiano a conquistar España. Luis Enrique transmitió que intentará renovar la ilusión a cada jugador de “jugar por nuestro país”. Tratará a cada uno según su capacidad y cada uno según su necesidad. Pero cuando tenga que decidir, decidirá él y no el capitán, como en los últimos cuatro años que han coincidido con tres grandes decepciones.

Luis Enrique comparó la situación de la Selección con la del Barça del Tata Martino que heredó y anunció una evolución en el estilo como hizo en el conjunto culé. Quiere seguir haciendo buen fútbol, busca un equipo agresivo al tener el balón, una Selección que sea protagonista. Hará retoques, ofrecerá matices, pero mantendrá el estilo. Luis Enrique también anunció un cambio generacional, sin traumas ni revoluciones.

Luis Enrique mostró un buen talante y aseguró que su trato con la prensa será de respeto y profesional. Se le notó con química y en buena sintonía con Molina y con Rubiales y preparado para liderar a la nueva Federación y a la nueva Selección que viene.

Y el nuevo seleccionador dejó claro que no era antimadridista. “No soy antinada”, dijo tajante. “Ser seleccionador”, dijo, “significa mucho para mi, significa mucho para España, espero no desilusionar a nadie” ¡Que así sea, Lucho!

P.D. Luis Enrique comentó que contará con profesionales que están en la casa. En la Federación y tiene a mano a Jesús Paredes, la mano derecha de Luis Aragonés. Paredes gestionó y coordinó el cambió del fútbol español que lideró el Sabio de Hortaleza. ¡Seguro que Luis Enrique cuenta con el asesoramiento Profe Paredes!