Cuando tienes un vehículo, el estado de los neumáticos ha de ser adecuado, ya que es el elemento que está en contacto con la carretera y de su estado dependerá, en buena parte, nuestra seguridad al volante.

En el tenis sucede lo mismo; el calzado es nuestro nexo con la pista. Por lo tanto, debe ofrecernos un agarre óptimo y una buena adaptación a las características de nuestro pie; así, podremos prevenir lesiones y molestias.

A continuación, vamos a repasar los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta en la adquisición de nuestro calzado de tenis:

¿En qué superficie voy a jugar?

Continuando con el símil automovilístico, no voy a montar el mismo neumático para una competición de rally en caminos de tierra que para un trazado cubierto de nieve.

De la misma manera, en función de la superficie en la que vayamos a jugar al tenis, tendremos que seleccionar un calzado con una determinada suela.

Tierra batida

Sobre tierra, el juego desde la línea de fondo y los grandes intercambios marcan la pauta. Los zapatos que utilicemos para jugar en esta superficie han de tener laterales muy resistentes para soportar el deslizamiento característico en tierra batida y los largos intercambios de lado a lado desde atrás. La suela debe tener un diseño especial, basado en surcos, que permita la evacuación correcta de arcilla y que no deje grandes marcas en la pista.

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Pista dura

La pista dura es, sin duda, la más agresiva con nuestro calzado y con las articulaciones de nuestras piernas. Por ello, un zapato apropiado para jugar en esta superficie ha de tener una suela lo suficientemente sólida como para soportar la abrasión que provoca la fricción con la pista. Una buena amortiguación también tiene que ser característica indispensable para evitar un castigo físico excesivo. Por último, la parte superior del calzado debe ser resistente, ya que así conseguiremos mayor estabilidad a la hora de desplazarnos por la pista.

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Hierba

Sobre césped, el agarre a la pista ha de ser máximo para evitar resbalones innecesarios, producto de una hierba desgastada o húmeda. Por ello, el calzado para esta superficie debe proporcionarnos una buena sujeción y que, a la misma vez, no sea agresivo con la hierba. Entonces, la suela de la zapatilla para estas pistas es plana con pequeños gránulos que nos ayudan a no patinar y a no deteriorar demasiado esta delicada y costosa superficie (hierba natural).

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All court (polivalentes)

Si juegas en varias superficies y no te llega el presupuesto para comprarte un par de zapatillas por pista, es recomendable que te hagas con un calzado all court. Estos zapatos están bien reforzados por la parte lateral y te aportan una buena estabilidad. La parte superior de la suela es muy resistente, por lo que no vas a necesitar renovarlos con tanta frecuencia. Además, ofrecen una buena amortiguación, que nunca está de más.

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La forma del pie

Seguramente, en algún momento de nuestra vida, hemos escuchado hablar de pronación y supinación, pero no a todos nos han quedado tan claros esos conceptos. Esa nomenclatura hace referencia a los tipos de pie (forma de pisar) que existen y, en base a ello, también vamos a seleccionar un calzado que se adapte bien a nuestras características.

Para determinar nuestra pisada, podemos hacer una sencilla prueba consistente en mojar la planta del pie y, a continuación, apoyarla sobre una superficie permeable (un papel absorbente) en la que pueda plasmarse nuestra pisada.

Pronador. Si en nuestra huella se dibuja la planta del pie al completo.

Supinador. Si en la huella apreciamos un espacio entre el talón y la parte delantera del pie.

Neutro. Es la huella más frecuente. Existe apoyo en la parte delantera, trasera y central del pie.

Si eres pronador, desgastarás la zapatilla sobre todo por la parte central, por lo que te convendrá un calzado estabilizador con una suela más resistente.

Si eres supinador, opta por un zapato más flexible y sin estabilizadores. El desgaste de la zapatilla se producirá, principalmente, por la parte exterior delantera.

Si tu pisada es neutra, puedes utilizar cualquier tipo de zapatilla. No desgastarás la suela por ninguna parte en especial.

Tu estilo de juego

Como bien sabemos, existen jugadores que acortan mucho los puntos, gracias a un buen servicio y gran habilidad en la red, mientras que otros disfrutan jugando largos intercambios desde la línea de fondo. Por ello, los desplazamientos en pista que efectúan uno y otro van a ser diferentes.

Si eres un gran sacador y, además, juntas los pies durante la ejecución del servicio, es recomendable que tus zapatos tengan refuerzo en la puntera.

Si, por contra, eres un amante del peloteo y de la lucha a tumba abierta desde la línea de fondo, necesitarás unos zapatos con un buen refuerzo lateral, capaces de soportar continuos arranques y cambios de dirección.

Así pues, la próxima vez que vayas a comprar tu calzado de tenis, ándate con pies de plomo y ten en cuenta los parámetros que hemos visto en esta publicación para realizar una compra segura.