Finalizó en Qatar la pretemporada de MotoGP. La próxima vez que los pilotos del Mundial se encuentren en esta misma pista será ya para gastar la pólvora en la batalla, con la disputa de la primera carrera del año. Han sido tres tandas de entrenamientos en otros tantos circuitos y con resultados dispares en cada uno de ellos. A diferencia del pasado año, cuando Maverick Viñales marcó la pauta con claridad, en esta ocasión no se puede señalar un dominador, lo que deja abierto el pronóstico para el campeonato. La conclusión más certera al respecto es que la igualdad resulta máxima en estos momentos y no sólo con los nombres habituales, también han reclamado su porción de protagonismo otros como Iannone con la Suzuki o el siempre sorprendente Zarco con su Yamaha de segundo nivel.

Doce pilotos se marchan de Losail separados por menos de ocho décimas. Queda saber si los favoritos, encabezados por el campeón Márquez, abrirán brecha a la hora de la verdad, cuando las victorias y los puntos estén en juego. Yo diría que sí, una cosa es rodar rápido en entrenamientos y otra hacerlo no ya en las carreras sino durante en una temporada tan larga y exigente como la de MotoGP. Creo que cuando llegue ese momento las estrellas tirarán de galones y serán capaces de distanciarse de los demás en ese reto de regularidad que es todo un Mundial. Aunque también es cierto que existen algunas incertidumbres sobre el potencial de las Yamaha de fábrica y que tampoco está muy claro el rendimiento de las Ducati, siendo las Honda las que parecen más solventes a día de hoy.