El conflicto futbolístico de Theo

A la palestra. No había sitio para Theo, incapaz de aprovechar el bajo estado de forma que atravesó Marcelo, pero la lesión del brasileño altera su condición. Otra vez debería partir de inicio ante el Leganés, rival frente al que disputó los dos partidos de Copa en los que salió mal parado por su balance individual y su difícil encaje colectivo. Su actuación siguió la línea de la temporada pese a su positiva primera impresión frente a la Real Sociedad en Anoeta. Se enfrenta a un conflicto futbolístico de magnitud en caso de que no ajuste su rendimiento. No acaba de estar bien colocado, apenas tiene influencia en ataque y se muestra inconsistente en el quite. Esta última apreciación se refleja en que es el defensa del Madrid que menos recuperaciones promedia (cuatro por partido). Su mejorable conducta defensiva se explica en un tipo de jugada.

El lado débil. Cuando los equipos rivales trasladan el balón y atacan por su banda izquierda, la de Carvajal en el Madrid, Theo descuida con frecuencia las vigilancias y cede espacio al futbolista contrario en el otro perfil. La última ocasión que sucedió fue precisamente ante el Betis en el gol de Sergio Léon (3-4). Le dejó siempre dos metros de distancia. El lateral confía demasiado en su capacidad física para rectificar la posición y acostumbra a llegar tarde al cierre de los centros desde la otra banda o pases interiores. Este defecto ya era visible en el Alavés, pero el sistema de Pellegrino, que incluso ordenaba a sus jugadores en ataque pensando en la transición defensiva, minimizaba las consecuencias. Se debe a problemas de concentración que le afectan en acciones de todo tipo. También en el balón parado.

Errores evitables. Conviene recordar la responsabilidad directa de Theo en el gol de Gabriel a la salida de un córner que tiró al Madrid de la Copa. Él era el encargado de marcar al mediocentro del Leganés y perdió el duelo individual de forma clara como le había pasado en otro saque de esquina anterior del primer tiempo. Su déficit de intensidad también se observó en el saque de banda previo al gol. Se despistó y El Zhar le ganó la espalda fácilmente. La acción derivó en el córner decisivo. El Madrid podría sobrellevar los desarreglos defensivos de Theo si el lateral ofreciera en ataque el nivel que tuvo en el Alavés. En Vitoria se mostró como un futbolista de largo alcance, veloz y rompedor, cualidades que no ha desarrollado en el Bernabéu. Las diferencias de modelo de juego entre el Alavés y el Madrid le perjudican.

Ataque posicional. Al no disponer de tanta amplitud en la banda para la carrera y opciones de contraataque como disfrutaba en el Alavés, Theo se ve abocado a intentar generar ventajas en estático y desde posiciones casi de extremo. Este contexto ensombrece las virtudes de potencia y zancada del lateral, un jugador que nunca ha destacado por el regate (uno por encuentro). El efecto negativo se traduce en que abusa del centro (casi cuatro por cada 90 minutos) con una precisión bajísima (sólo el 22,5% generan peligro). En Butarque la previsible presencia de Asensio por delante, que no siempre será así por la libertad de la que goza el balear para intercalarse entre líneas y ocupar zona de remate, y de Isco en la mediapunta le habría de ayudar a Theo en las asociaciones en corto. Se presenta ante sí una oportunidad de obligado cumplimiento.