Yerri Mina: de portero a inminente central del Barça

Papá José Eulises se movió rápido. Atendió la corazonada y pese a la estatura que ya asomaba en el segundo de sus tres hijos, lo sacó del arco. “Para que no sufra, es un puesto difícil”, explicó. Yerry Fernando Mina González pasó entonces a la mitad de la cancha para jugar como volante central. En esa posición buscó un lugar en las divisiones menores de clubes cercanos a su pueblo Guachené en el Cauca, a 40 minutos de Cali. Hizo una prueba en el Deportivo Cali, pero se quedó en la categoría Sub 20 del Deportivo Pasto, en el que tuvo derecho a un subsidio mínimo que repartió entre su familia y sus gustos personales.

Los Mina González hicieron de su hijo futbolista una causa común. El tío Jaír, también arquero con paso fugaz por el torneo profesional, se unió a esa fuerza que impulsó su carrera. Juntos ahorraron para los primeros botines y para la atención al defensor que en la fría Pasto se alistaba para debutar en la primera división en 2013. 

Con 24 partidos y un gol llamó la atención de Independiente Santa Fe en Bogotá que moldeó la versión definitiva de Yerry. El técnico Gustavo Costas vio que su perfil se adaptaba más como defensor central. Otro cambio que aceleró su despegue. Su técnica, su cabezazo potente para defender y marcar goles, además de una confianza arrolladora, hicieron lo demás. Fue campeón consecutivo del fútbol colombiano en 2014, de la Copa Sudamericana en 2015 y del Brasileirao con Palmeiras en 2016. 

Al fútbol brasileño llegó hace un año y medio. Se hizo titular de entrada y los 9 goles en 49 partidos conquistaron a la afición que además se emocionó con sus festejos, inspirados en los pases de baile de la salsa choke. “En Brasil yo soy el que pongo el ritmo, yo bailo y es como si lo hiciera el mejor en el género”, le dijo a AS el pasado enero. 

La Selección Colombia fue una consecuencia lógica de su nivel. Primero en la preolímpica que clasificó a Río 2016 y después en la mayor que estará en Rusia 2018. Debutó ante Paraguay en Asunción y en su siguiente partido marcó un gol salvador contra los uruguayos en Barranquilla. "Lo de Mina, sorprendente, sigue creciendo, es un jugador que a su tarea específica le agrega gol; todos sabemos lo importante que es el juego aéreo hoy en día en el fútbol". Así lo definió el seleccionador José Pékerman. 

El 2018 puede ser un gran año para él. Se acerca al Barcelona, jugará el Mundial. Salió del arco para entrar a la gloria.