Volvió el cholismo y Griezmann se merece el Trofeo Puskas
Ante la Roma se recuperaron las señas de identidad del Atlético de Simeone. El Wanda fue el principal motivador para hacer las paces con Griezmann.
El Wanda Metropolitano vivió ante la Roma su mejor fiesta deportiva desde la inauguración. Lo menos transcendente fue la victoria, que permite todavía soñar con un milagro que es imposible para seguir en la Champions. El Qarabag comenzó bien ante el Chelsea, pero el árbitro se encargó de pararle los pies con un penalti que no era y una expulsión peor que injusta. No obstante, lo mejor es que el cholismo ha vuelto. La manera de ganar a los italianos fueron el lado más positivo. Las señas de identidad de la etapa de Simeone se volvieron a exhibir en el campo. Un muro en defensa, solventes en el centro del campo y verticales en la delantera. No es extraño que al final incluso la plantilla saliera a darle las gracias a sus aficionados que fueron su principal apoyo y con atención especial para Griezmann. Desde que saltó al campo, los pitidos del Madrid eran aplausos y cánticos para este compromiso. La recompensa fue la obra maestra de su golazo. Una chilena que se ha ganado a pulso el que la UEFA la incluya entre los aspirantes al trofeo Puskas de la próxima campaña. Si hasta el pase que le hace Correa es algo que parecía otro milagro. Tanto la grada como el equipos volvieron a estar unidos y el resultado fue más que espectacular. Ahora hay que ir partido a partido y se tiene asumido que la opción para seguir en la Champions es imposible pero que se ha vuelto al camino que nadie entendía que se hubiese abandonado esta campaña. Un bloque en el sentido estricto de la palabra y que permite pensar que la Liga, la Copa y hasta la Europea League son opciones a las que presentamos la candidatura con todas las de la ley. Encima el nuevo estadio se ha quitado todos los complejos de ser un poco gafe para el equipo y se ha demostrado que cuando el corazón atlético sale a relucir es casi intratable.
Simeone sorprendió con algunos cambios que dieron el fruto apetecido. La parejas Lucas y Giménez cada día van a más. El canterano se sigue asentando y demostrando que tiene un futuro tremendo. Thomas fue colocado de lateral derecho por la lesión de Juanfran, y quitando los minutos iniciales luego se asentó a un nivel más que notable y la presencia de Augusto junto a Koke en el papel de cerebros fue decisiva. Se vio el mejor centro del campo de la temporada. Para presionar mordían y cuando se buscaba el ataque pasaron de tantos fútbol horizontal y volvieron a descubrir la verticalidad, gracias al trabajo de Fernando Torres y Griezmann que estuvieron buscando siempre los espacios libres que dejaba la defensa romana. El Niño tuvo una de sus mejores tarde desde que volvió al Atlético y posteriormente cuando saltaron al campo tanto Correa enseñaron una peligrosidad que parecía que ni conocían. En definitiva que todos acabaron contentos y que el proyecto de esta campaña vuelve a levantar expectación y comenzando por una afición que comenzaba a estar preocupada. Ahora, se quieren confirmar estos síntomas en la visita al Levante y la vuelta de Copa contra el Elche y de esta manera seguir con el pabellón alto a la espera de que Vitolo y Diego Costa permitan pensar que lo mejor todavía va a llegar en la segunda vuelta. Y, mientras el cuerpo técnico, sigue viajando por medio mundo para buscar esos fichajes que se van a afrontar el próximo verano.
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