Esperando a Isco y a Arrizabalaga

Mientras unas cuantas selecciones de prestigio, entre ellas nuestra ex rival Italia, están enfrascadas en la repesca para clasificarse para el Mundial, España juega amistosos. Magnífica señal de que todo ha salido bien. Lopetegui ha llevado el equipo con buen pulso, manteniendo a muchos de los que llevan tiempo y dando entrada o mayor protagonismo del que tenían a algunos otros, singularmente a Isco. El de hoy contra Costa Rica será un partido feliz para él y para toda Málaga, de la que se puede decir que es un hijo predilecto. Méritos para ello ha hecho. Su presencia, y quizá la de Kepa Arrizabalaga, le dan mejor cartel al partido.

Málaga lo espera entusiasmada. Costa Rica, aún sin Keylor Navas, Bryan Ruiz y Joel Campbell, es un buen equipo, clasificado para el Mundial, donde por cierto nos podría tocar, porque irá en distinto bombo. Lo mismo que Rusia, contra la que jugaremos el martes en San Petersburgo. Los rusos son cabeza de serie, mientras nosotros nos hemos quedado en el bombo dos. Para más adelante, en marzo habrá dos partidos más, uno en Düsseldorf, con Alemania, y otro que se espera cerrar con Brasil en el Wanda Metroplitano. Suena bien, a piedras de toque de poder creciente, lo que habla de buena programación de la hoja de ruta.

Y eso que la Federación sigue de aquella manera. Villar está suspendido, pero va por allá a veces y algunos le hacen caso. Larrea, mientras, saca su interinidad adelante. Tomó una decisión que molestó a las vacas sagradas de La Roja, cesar a María José Claramunt como directora de la Selección. Pero la medida de ofrecerle el puesto a Hierro, que convoca un gran consenso, ha dejado aquello en una tormenta en un vaso de agua. Mientras, se acerca el 22, fecha a partir de la cual se podrá ya plantear una moción de censura contra Villar, si hay un candidato que reúne dos tercios de los votos de la asamblea. No parece fácil.