Jordi Lardín, en la rueda de prensa de la presentación del acuerdo con Gerard Moreno, introdujo una novedad importante en la negociación para la renovación de Pau López: existe una fecha límite para cerrar el acuerdo. No hace falta devanarse demasiado los sesos para situar esta fecha, ya que a partir del 1 de enero Pau es libre para firmar legalmente por cualquier club que esté interesado en sus servicios. Lardín había dicho momentos antes que no era voluntad del club coartar la libertad de elección del técnico, que puede escoger sin coacción que portero defiende nuestro marco. Pero parece ser que ese derecho a decidir tiene fecha de caducidad, puesto que a partir de la fecha en la que se den por rotas las negociaciones, podrían imponerse políticas de club, y muy congruentes de hecho, puesto que no acaba de entenderse como el jugador que mas cobra no juega y el que juega, tiene su continuidad en el aire.

Ya dije hace tiempo que Quique, queriendo ser justo con el rendimiento de Pau, nos había metido en un jardín. Quizá, sabiendo que le gusta actuar con atribuciones propias de un mánager, haya pensado en el largo plazo más que en la inmediatez y no quiera perderse un portero de futuro haciendo sentir importante al de Girona hasta que firme. Aunque para ello tenga que tener sentado a Diego López. Al menos, hasta el 1 de enero.