Una España contra los elementos

Se acaban los calificativos con esta generación 2000. España volvió a eliminar a Francia -como en el Europeo- y está en cuartos del Mundial. Algo muy meritorio a la vista de los elementos que rodean su participación en la India. Ante los franceses fue necesaria una remontada y superar varias circunstancias que nadie desea: alrededor de 30 grados, una humedad del 78% y un cambio de sede solo dos días antes que le llevó a cruzar el país de punta a punta en un trayecto de 1.500 kilómetros. A cualquier profesional le hubiera afectado ese contexto; a chicos de 17 años, aún más. Otro día habrá que hablar del dudoso gusto de la FIFA de hacer negocio llevando el Mundial a la India jugando para ello con la salud de chicos menores de edad. Muy triste.

El caso es que España dio la vuelta al partido y gracias a un gran segundo tiempo enderezó una situación tremendamente delicada. Por todo lo anteriormente mencionado no estamos viendo quizá la mejor versión de La Rojita, pero esto es un Mundial y lo que cuenta es ir pasando rondas y eliminando rivales. En una categoría y en una edición que claramente prima a los jugadores físicos por encima de los talentosos, la Selección ya está entre los ochos mejores y de la clase de Gelabert, Sergio Gómez, Ferrán Torres, Lara o Abel Ruiz es imposible dudar. El siguiente obstáculo es Irán. Suena factible pero es la revelación del torneo. Jugadores físicos, poderosos y hechos. Justo lo contrario que nuestra España. ¿Más difícil todavía?