Douglas, Vermaelen, Samper, Munir...

El Madrid presentó a Theo, honorablemente birlado al Atlético (Extraigo la expresión de los ceniceros de los grandes hoteles en los sesenta, que incluían tal inscripción). Junto a Theo, que viene a guardarle las espaldas a Marcelo, vienen al Madrid, por unos u otros caminos, Vallejo, central, y Marcos Llorente, medio centro. Son incorporaciones ilusionantes de un Real Madrid que aún anda detrás de Mbappé, cuya incorporación estaría a la espera de que salga un integrante de la bbC. Ya ven que en As escribimos las dos ‘bés’ en minúscula y la ‘C’ en mayúscula. Nos parece de justicia. Una cosa es una cosa y otra cosa son dos cosas.

Pero a lo que iba es a que mientras el Madrid ficha lo que le cabe o no ficha lo que no le cabe, el Barça se ve estos días apurado ante el retorno ineludible de varios de sus cedidos: hablo de Douglas, Vermaelen, Samper, Munir... Visto lo que han hecho fuera, ¿de alguno de ellos se puede esperar que suponga una esperanza de mejoría para el Barça de hoy? El fútbol es muy variado y da sorpresas, sí. Ya hemos visto que el mismo grupo que con Benítez ofrecía un rendimiento deprimente ganó luego dos Champions con Zidane. La pregunta ahora es si Valverde podrá sacudir a este grupo que hereda, con el retorno de esos cedidos.

La clave debe ser Verratti. Buen jugador. Factor de agitación de un grupo que siempre va a tener arriba a Messi, Luis Suárez y Neymar. Este Barça depresivo que mira con recelo la opulencia en talento futbolístico del Madrid ha decidido fiarlo todo a la adquisición de Verratti, piedra angular de un proyecto en el que ya no está Xavi y en el que pronto faltará Iniesta, alcanzados ambos por el tiempo. Mientras viene o no viene Verratti, los que sí retornan son esos jugadores en los que en algún momento se pensó como recambios de aquel gran Barça que se fue y no ha vuelto. Douglas, Vermaelen, Samper, Munir... Así recitados, no ilusionan.