Vettel está en manos de Renault

Tras los problemas de los equipos con motorización Renault en los primeros entrenamientos de pretemporada en Jerez, la verdad es que tenía la sensación de que el suministrador francés sería capaz de enderezar el rumbo antes del inicio del Mundial. Sin embargo, no ha sido así. Su unidad de potencia, como ahora se llama al propulsor de toda la vida, sigue siendo frágil, imprevisible y poco potente, un auténtico desastre para las escuderías que dependen de su tecnología cuando nos encontramos a apenas diez días de que los motores empiecen a rugir en el GP de Australia. Y uno de los afectados es, nada más y nada menos, el hombre que durante los últimos cuatro años ha dominado con mano de hierro la Fórmula 1, Sebastian Vettel.

El alemán está preocupado y no es para menos. Su destino está depositado en manos de terceros, porque si Renault no consigue solventar sus carencias poco podrá hacer con un Red Bull muy por debajo del rendimiento de sus competidores directos. Siempre he dicho que sería interesante comprobar hasta dónde podría llegar el inmenso talento de Vettel con un monoplaza que no es el mejor y quizá éste sea el momento de comprobarlo. Pero incluso para tal supuesto es necesaria la evolución de su motorización, porque nadie, ni siquiera él, es capaz de neutralizar un déficit como el que se ha visto en pretemporada en su monoplaza, cuatro segundos son irrecuperables incluso para un gran campeón. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero hoy la cosa no pinta bien para sus intereses.