Ojalá Luis hubiera visto todo esto

 “Ganar, ganar y volver a ganar...” El Atlético de Simeone homenajeó a Luis manteniendo en práctica esa máxima con la que él definió el fútbol un día, en una de sus celebradas conferencias de prensa. El Atlético gana y gana, incluso cuando no juega bien, y ya es líder en solitario. Como tal se acostó, en la jornada de despedida del que quizá haya sido el hombre más grande en la historia del club, que se ha llevado al otro mundo mucho más reconocimiento del que él pensaba que tenía cuando aún estaba entre nosotros. Se ha ido sin comprobarlo. Pero al menos sus deudos sí lo han percibido. 

Fue jornada de ocho puntos para el Atlético: los tres que ganó, los tres que dejó de ganar el Barça y los dos que dejó de ganar el Madrid en San Mamés. Ha perdido a Filipe Luis, que es importante, perdió ayer a Villa, que también lo es, pero ha encontrado de nuevo a Diego. Y se tiene una fe terrible. Fue zarandeado en San Mamés y ganó; estuvo perdido durante buena parte del segundo tiempo y acabó goleando. Saca mucho partido de lo que tiene, gana, gana, vuelve a ganar y se adentra sin vértigo en la segunda vuelta. No sólo no cede, sino que empieza a distanciar a sus dos gigantescos rivales.

El Madrid no dio la talla en San Mamés, donde encima sufrió la expulsión de Cristiano, a mi juicio exagerada. Pero hasta entonces no había sido mejor (en el primer tiempo lo pasó mal) y hay que tener en cuenta que esta era la primera prueba seria tras las que pasó con el Barça y el Atlético, en ambas las cuales perdió. Mal síntoma. Y otro síntoma peor: cuando se quedó sin Cristiano, Ancelotti entró en pánico, desencadenando tres cambios entre defensivos y absurdos que terminaron de desencajar al equipo y lanzaron al Athletic hacia una victoria que estuvo a punto de conseguir.