NBA-AS, ¡en qué momento!

La mezcla, la simbiosis y el bautismo también necesitan del don de la oportunidad. Y un buen día escribes en el navegador NBA.es y te sale AS.com, y descubres en twitter que @AS_NBA tiene siete mil seguidores en veinte horas de existencia. Ese mismo día que David Stern deja su cargo de jefe de la NBA, reflexionas que hay jefes y jefes, que Stern ha sido jefe, ideólogo, creativo, señor y dador de vida, espíritu moderno, a veces contundente y a veces burlón de la liga mejor acabada y organizada de la que se tienen noticias.

Y nos comunica Forbes que el valor medio de una franquicia NBA ha crecido un 25% en el último año. Hoy sabemos, atónitos, que un equipo como Los Angeles Lakers, capaz de perder diecinueve partidos de los últimos veintidós, es una franquicia cuyo precio de salida en una hipotética venta sería de 1.350 millones de dólares. La NBA ha llegado a un punto en el que tiene más aficionados en China que habitantes tiene Estados Unidos. Una dimensión global que al todopoderoso fútbol se le resistirá hasta que no alcance la mente y la aprobación del ciudadano medio estadounidense.

Se puso fin a enero de 2014 con el éxtasis de Kevin Durant y su mes de 36 puntos por partido. Un jugador liviano, de reconciliación con la placidez y la sutileza. La principal bandera actual de la pulcritud, la finura, el estilo y la limpieza del baloncesto. Fin de cuentas pendientes después de que Utah Jazz le haya retirado la camiseta de entrenador a Jerry Sloan, el Luis Aragonés de la NBA.