ASÍ LOS VEMOS: Green Bay Packers (NFC Norte)

Mariano Tovar

 

Cuando los Packers ganaron la Super Bowl en febrero de 2011, casi todos teníamos la sensación de que ese equipo podría ser imbatible durante muchos años. Solo necesitaba mejorar su línea ofensiva y su juego de carrera para estar completo. Un equipo perfecto como los que se formaban antes de que existiera el límite salarial. Dos temporadas después, los Packers siguen teniendo un ataque aéreo casi inmejorable, han apostado fuerte en el draft para encontrar el ataque terrestre añorado y siguen teniendo problemas con su línea ofensiva, que ya les ha dado el primer gran disgusto de la temporada: Bryan Bulaga está fuera para todo el año.

Pero mirad, en contra de la opinión de casi todos vosotros, a veces creo que ese axioma de que un buen ataque se cimenta en una buena línea ofensiva es sobre todo una frase bonita. Los Steelers ganaron la Super Bowl XLIII con una línea inexistente, nefasta, absolutamente lamentable. Cuando los Packers ganaron hace tres años, su línea no era tan frágil como la que hemos visto últimamente, pero tampoco era ninguna maravilla, sino más bien bastante regular. Y ya que estamos hablando de Rodgers, de Brady y de Peyton, vamos a dejarnos de esnobismos. Un buen ataque se cimenta en un quarterback cojonudo que, como en el caso de estos tres genios, son capaces de sobreponerse a cualquier carencia y de hacer mucho mejor a la línea que tiene delante. Lanzar el balón rápidamente y saber moverse en el pocket puede convertir una línea mediocre en bastante mejor. Es curioso que en muchos casos hablemos de líneas magníficas protegiendo el pase, pero no tan eficaces abriendo rutas a la carrera, en ataques con quartebacks de la élite. ¿Por qué será? Como casi siempre sucede en la NFL, las diferencias suelen marcarlas pequeños matices.


Rodgers sufrió 31 sacks en 2010, 36 sacks y 51 sacks en 2012. ¡51, una barbaridad! Pero los Packers no quedaron eliminados en la ronda divisional por culpa de su línea ofensiva, sino porque Dom Capers, su coordinador defensivo, fue incapaz de defender a kaepernick, como en el último partido de temporada regular había sido incapaz de frenar a Peterson, por mucho que sus aficionados fardaran de que su equipo evitó el récord de yardas de un corredor en una temporada. Los Vikings les hicieron 217 yardas de carrera (444 totales) y los 49ers la friolera de 323 yardas terrestres y 579 totales. La línea ofensiva puede ser maravillosa, Rodgers imparable y todo el ataque una máquina perfecta, pero contra eso es muy complicado luchar. Y eso que los Packers aguantaron el mano a mano hasta mediado el tercer cuarto, cuando saltaron del matorral como una perdiz y se lanzaron a un ataque vertical suicida al ver que su defensa era un guiñapo en manos de los Niners.

Así que lo que enterró a los Packers fue su incapacidad para defender la ‘Read Option’ y, por lo que dicen los cronistas de Green Bay, Dom Capers se ha pasado toda la pretemporada estudiando cómo defender el ataque de moda en la NFL. No tendremos que esperar mucho para saber si ha tenido éxito. Los Packers se volverán a enfrentar a San Francisco en la primera jornada. El domingo 8 de septiembre, a las 10:25 de la noche hora española, los aficionados a la NFL tendremos la suerte de presenciar en directo si su defensa está preparada para competir por el anillo o si Rodgers y sus receptores tendrán que intentar hacer cima ellos solos.


No cabe duda de que los Packers tenían muy claras sus necesidades cuando afrontaron la offseason. Como suele ser habitual, en la agencia libre prácticamente no se movieron. Fichar a Matthew Mulligan y nada es lo mismo. Donde dieron un golpe tremendo en la mesa fue en el draft. Hemos hablado mucho de los draft de Vikings y Lions como los mejores de 2013, pero el de Green Bay, sin ser tan espectacular, me parece casi inmejorable. Para empezar, consiguieron once elecciones. Puede parece un chollo, pero gestionar tantos picks no es sencillo. Y menos como lo hicieron los Packers, que rehicieron su backfield, reforzaron su línea ofensiva y encontraron con su primera ronda a Datone Jones, el antídoto perfecto contra la ‘Read Option’.

En el capítulo de pérdidas, también hay nombres importantes e históricos en la franquicia. Donald Driver se retiró después de 14 años inolvidables. Charles Woodson, que a sus 36 años esta más que amortizado, viajó a Oakland. Greg Jennings se marchó a los Vikings, lo que de entrada parece dar mucho susto, pero la irrupción de Randall Cobb convierte la pérdida en asumible. Ryan Grant se despidió sin haber sido nunca el corredor estelar que se esperaba. La marcha de Desmond Bishop sí que sorprende. Se perdió la temporada pasada completa tras romperse el tendón de la corva y la defensa le echó mucho de menos. Ahora le han dejado ir a los Vikings, un rival divisional, cuando hubiera podido formar con Brad Jones una de las mejores parejas de linebackers interiores de la lliga.

Y ahora, la valoración línea por línea. La nota será sobre 5. (5=sobresaliente. 4=notable. 3=bien. 2=suficiente. 1=insuficiente. 0=Muy deficiente).


ATAQUE

Quarterback 6. El año pasado ya le puse un 6 (sí, ya sé que se supone que la nota máxima es 5), y en estos meses no ha sucedido nada que me obligue a bajarle la nota.

Backfield 2. Esta nota tiene trampa. Antes del draft, los Packers merecían un cero porque solo tenían a James Starks, que a estas alturas ya no va a sorprendernos. Pero en el draft buscaron la tormenta perfecta y reclutaron al trueno y al relámpago. El trueno es Eddie Lacy que, para muchos analistas, era el mejor corredor de este draft. Cayó hasta el final de la segunda ronda porque últimamente ha acumulado lesiones. Si consigue mantenerse sano, es un corredor poderoso, sin miedo a percutir, pero con una agilidad prodigiosa, capaz de ser el hombre para todos los intentos que llevan buscando tanto tiempo. El relámpago es Johnathan Franklin, un corredor elusivo y muy inteligente, elegido en cuarta ronda, peligrosísimo en jugadas de engaño y saliendo al pase. Por ahora no puedo ponerles más nota, pero no hay que perderles de vista.

Receptores 5. Jordy Nelson, James Jones… y Randall Cobb. El chico para todo lo mismo te clava un touchdown de retorno que consigue una recepción imposible. En 2012 se quedó a 46 yardas de las mil y creo que en los próximos años sobrepasará esa cifra con holgura. Jermichael Finley, el TE, deberá parecerse más al que consiguió ocho touchdowns en 2011 que al del año pasado, que fue algo gris. En conjunto es un grupo potente y que, sobre todo, se compenetra a la perfección con Rodgers.

Línea 1. Creo que la lesión de Bulaga puede haber colapsado esta línea. Sin él, se puede producir un efecto dominó que podría devolver a Marshall Newhouse a la izquierda, con lo que el lado ciego seguiría siendo un coladero. La otra solución sería poner desde el primer día como titular en el tackle izquierdo al novato David Bakhtiari (4º ronda) para ver si muere a los pies de los caballos o suena la flauta. Pero las desgracias nunca llegan solas y J.C.Tretter, que fue elegido con otra cuarta ronda, también se ha lesionado y podría perderse todo el año. Evan Dietrich-Smith es insuficiente como center y solo los guards, Josh Sitton y T.J.Lang, están a la altura.


DEFENSA

Línea 3. Datone Jones, flamante defensive end elegido en primera ronda, es el arma secreta con el que los Packers quieren recuperar la agresividad y la iniciativa defensiva. Puede formar con Matthews una pinza letal para los QBs rivales y, como he dicho en la presentación, es muy eficaz contra quarterbacks móviles. B.j. Raji (DE) y Ryan Pickett (NT) pondrán experiencia y aseguran calidad. El notable está pendiente del rendimiento del rookie.

Linebackers 3. Clay Matthews es el alma de esta defensa, su líder y uno de los mejores man-eaters de la NFL. Domina el lado derecho tanto entrando en blitz como defendiendo pase y carrera. La gran incógnita será el rendimiento de Nick Perry por la izquierda. Fue la primera elección del draft de 2012, empezó la temporada bastante gris y en la semana seis se lesionó para no volver más. Los Packers necesitan que sea el jugador que esperaban cuando le eligieron. Por el centro, y tras la sorprendente marcha de Bishop, Brad Jones y A.J.Hawk formarán una pareja trabajadora y seria, pero sin demasiadas florituras.

Secundaria 4. Quizá sorprenda que no buscaran en el draft un sustituto para Woodson en el strong. M.D. Jennings es el peor jugador de una unidad magnífica en las demás posiciones. Morgan Burnett es un free estupendo y el grupo de cornerbacks es casi inmejorable. Tramon Williams y Sam Shields no solo son lapas, sino que además suelen conseguir grandes jugadas. El nickel será Casey Hayward, que en su primera temporada asombró consiguiendo seis intercepciones y que si sigue así puede ser muy pronto un referente en el equipo.


PRONÓSTICO

Aparentemente, la Conferencia Nacional comienza con un póker de ases. Niners, Seahawks, Falcons y Packers aparecen en todas las apuestas como los equipos con más papeletas para cruzarse en enero en la ronda divisional. La cuestión es que este año las divisiones estarán muy caras. Vikings, Bears y Lions, rivales directos de Green Bay, tiene argumentos de sobra para considerarse contendientes y una mala racha o un tropiezo inesperado puede costar muy caro. Creo que los Packers podrían tener un equipazo y convertirse en máximos favoritos, pero para ello necesitarían que todas las piezas que ahora son una incógnita rindan al máximo nivel. Rodgers quizá pueda asegurar la postemporada, pero el anillo pasará por Eddie Lacy, Bakhtiari, Datone Jones o Nick Perry.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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