ASÍ LOS VEMOS: Miami Dolphins (AFC Este)

Mariano Tovar


Si hay una palabra que defina la NFL es ‘imprevisibilidad’. Es muy probable que cada verano haya dicho lo mismo (os confieso que de un año a otro se me olvida), pero cuanto más se acerca el inicio de la temporada, y más equipos analizo, más complicado me parece hacer una lista de favoritos, de tapados y de fracasados. ¿En qué grupo metemos a los Dolphins?

Muchos analistas piensan que ha llegado el momento de Miami. Los Jets siguen autodestruyéndose, con Sanchez repitiendo en el campus el choque absurdo que le convirtió en protagonista de la jugada más tonta de 2012. En los Bills empieza a cundir el mismo derrotismo de siempre. Esta vez, Kolb no necesitó salir a jugar para lesionarse, se hizo daño en la rodilla al resbalar sobre un suelo mojado cuando corría hacia el campo de entrenamiento. Los Patriots tienen un cuerpo de receptores casi inexistente y un Brady canoso. El camino parece libre para el resurgir de los Dolphins (pese a su lamentable nuevo escudo, más propio de una línea aérea bananera).

Yo no lo tengo tan claro. Como mucho los colocaría en la lista de tapados. Quizá tengan equipo para entrar en playoffs, pero aún les falta mucho trabajo para ser auténticos aspirantes. Lo bueno es que, por fin, después de muchos años, ahora sí que parecen tener un proyecto. Joe Philbin no está dando palos de ciego, sino que está rehaciendo el equipo cortando por lo sano. Otra cosa será que el resultado final funcione, pero nadie puede negar el esfuerzo.

En la agencia libre han dejado escapar a muchísimos jugadores de calidad: Reggie Bush (RB), Kevin Burnett y Karlos Dansby (LB), Jake Long (OT), Sean Smith (CB), Anthony Fasano (TE)… todos ellos fueron importantes en los últimos años y sorprende su marcha, pero simultáneamente cubrieron casi todas las posiciones en el mercado con jugadores mejores: Mike Wallace (WR), Philip Wheeler y Dannell Ellerbe (LB), Tyson Clabo (TO), Brent Grimes (CB), Dustin Keller (TE)… El intercambio de cromos es tremendo, plagado de figuras, pero parece evidente que los Dolphins salieron ganando con el cambio.


Creo que Philbin está haciendo una apuesta fuerte por el espectáculo, la velocidad y el buen juego a los dos lados del campo. Es prioritario que el público de Miami se vuelva a identificar con su equipo, y para ellos es indispensable que los Dolphins mimen el balón. Siempre terminamos nombrando a Dan Marino, pero es inevitable. Fueron muchos años de juego brillante, de espectáculo y pases imposibles. Cuando has probado el caviar ya no quieres sucedáneos. Pienso que en los despachos tienen muy claro que el único camino es recuperar la identidad y mi pregunta es si pueden hacerlo con Ryan Tannehill.

La mayoría estábamos tan convencidos de que Tannehill sería un fracaso, que hubo un momento, mediada la temporada, que el QB novato llegó a deslumbrarnos. Pero la realidad es que, objetivamente, no fue para tanto. Es verdad que le dieron toda la responsabilidad desde el primer día y él demostró solidez, madurez y entereza, pese a que su grupo de receptores no era gran cosa, pero la realidad es que, si lo analizamos en frío, fue muy irregular, inconsistente en las últimas yardas y en bastantes partidos se le vio desconcertado e incapaz de leer las defensas rivales. Philbin siempre puso a su disposición un plan de juego muy protector y los periodistas que han seguido sus últimos entrenamientos aseguran que ha crecido muchísimo durante esta offseason y que en su año de sophomore va a asombrar a propios y extraños. Yo creo que, después de tantos años dando palos de ciego, los aficionados de los Dolphins deben estar encantados. Ahora pueden disfrutar de un QB con futuro y un buen entrenador. Y eso es mucho más de lo que han tenido desde la retirada de Marino, aunque deben asumir que Tannehill no apunta a gran estrella sino a QB de sistema.


Pero el mayor espectáculo puede estar en la defensa. Eligieron con su primera ronda del draft a Dion Jordan que es, básicamente, un man-eater despiadado. El cambio de linebackers (Burnett y Dansby por Wheeler y Ellerbe) también multiplica la las opciones de blitz y la conclusión es que en el nuevo front seven de los Dolphins todos los jugadores son agresivos y pueden llegar al QB rival con peligro. Incluso se discute que, pese a que su formación defensiva básica seguirá siendo una 4-3, tiene los jugadores ideales para hacer funcionar una 3-4, así que lo más probable es que en Miami se apunten a eso que tanto gusta en la Conferencia Americana y que podríamos bautizar como : “nadie-sabe-muy-bien-con-qué-sistema-juegan”. Lo único seguro es que tendrán la agresividad por bandera.

Ahora tienen que casar todas las piezas, que en realidad es lo más difícil. Los Dolphins, después de tanto tiempo, parecen tener claro el camino, pero no creo que aún puedan considerarse favoritos, sino más bien tapados, aunque si no se clasifican para playoffs su temporada será un terrible fracaso.

Y ahora, la valoración línea por línea. La nota será sobre 5. (5=sobresaliente. 4=notable. 3=bien. 2=suficiente. 1=insuficiente. 0=Muy deficiente).


ATAQUE

Quarterback 2. Por ahora, Tannehill solo merece un suficiente. Este año no le consentirán ocho partidos con un rating por debajo de 75, ni menos pases de touchdown que intercepciones, por mucho que en el campo tenga una presencia imponente. Aún está a tiempo de convertirse en una estrella, pero creo que en Miami se conforman con que consiga a mover el ataque sin estridencias ni errores.

Backfield 3. De entrada parece sorprendente que dejaran escapar a Reggie Bush, un jugador que, por primera vez en toda su carrera, desarrolló en Miami todo su potencial, pero me encanta la apuesta que han hecho por Lamar Miller, que en las pocas oportunidades que tuvo el año pasado demostró que puede ser un fenómeno (4,9 yardas por intento). Voy a pujar por Miller en todas mis ligas fantasy. Creo que puede ser uno de los jugadores ofensivos del año. En 5ª ronda del draft eligieron a Mike Gillislee, que también tiene muy buena pinta. No les pongo más nota porque tienen todo por demostrar, pero este mismo backfield quizá merezca un sobresaliente dentro de doce meses.

Receptores 3. No me gusta el fichaje de Mike Wallace. Tannehill necesita receptores que le ayuden y Wallace es un vago que deja caer balones por desgana. Vale, es muy bueno, pero su perfil no es el que necesitaba Miami. Pese a todo, su sola presencia debe hacer mejorar a Hartline, que sin la presión de ser el número 1 puede ser muy peligroso. El fichaje de Brandon Gibson y la llegada de Keller (TE) completan un grupo muy solvente y completo.

Línea 3. Lo más importante para una línea ofensiva es la compenetración y los Dolphins tendrán que trabajar muy duro para acoplar un grupo con muchos cambios. Jonathan Martin, elección de 2ª ronda en 2012, cambiará a la izquierda para ocupar el hueco que ha dejado Jake Long, mientras que el recién llegado Clabo se quedará con el tackle derecho. Pouncey es un center magnífico y por los puestos de guard habrá batalla. Dallas Thomas, fue elegido en 3ª ronda del draft y competirá por un puesto de titular con Incognito, cuyo trabajo queda ensombrecido por las penalizaciones, y con John Jerry, el peor del grupo.


DEFENSA

Línea 4. Cameron Wake (15 sacks en 2012) puede formar con Dion Jordan (elegido e 1ª ronda del draft) una de las mejores parejas de ends de la competición. Randy Starks es un tackle completísimo, capaz de conseguir sacks regularmente y Paul Soliai es infranqueable por tierra. Una línea muy sólida que merecerá el sobresaliente si Dion Jordan confirma las expectativas.

Linebackers 4. Los que me leéis habitualmente sabéis que en mi opinión, una de las claves del anillo de los Ravens fue el increíble trabajo de Ellerbe como linebacker interior. No solo fue infranqueable en su zona sino que tapó todos los agujerazos que dejaba Ray Lewis en cobertura. Creo que es un fichaje magnífico. También me parece extraordinaria la llegada de Philip Wheeler. No entiendo que los Raiders le dejaran escapar. Con Koa Misi forman un grupo muy trabajador, magnífico contra la carrera y muy sólido en cobertura.

Secundaria 4. El cambio de Sean Smith por Grimes es buenísimo si aguanta el tendón de Aquiles del ex de los Falcons. Richard Marshall, flamante fichaje en 2012, se perdió casi toda la temporada pasada por lesión, cuando llegó con vitola de número 1. Jamar Taylor (elegido en 2ª ronda del draft) y Will Davis (3ª ronda del draft) completan un grupo de cornerbacks con veteranos muy buenos y novatos que casi todos los analistas consideran grandísimas elecciones. Reshad Jones es uno de los mejores strongs de la NFL y Chris Clemons también es de la élite. Esta secundaria da miedo si se mantiene sana.


PRONÓSTICO

En realidad, el eslabón más débil de estos Dolphins es Ryan Tannehill. Las demás posiciones, al menos teóricamente, están muy bien cubiertas. Pero el otro gran problema es su calendario. Una plantilla con tantos cambios tardará en acoplarse para rendir a su auténtico nivel y los Dolphins empezarán la temporada con un calendario aterrador: Browns en Cleveland, Colts en Indianapolis, Falcons, Saints en N. Orleans y Ravens. Si consiguen llegar al bye con un récord equilibrado, el resto del año parece más sencillo y pueden soñar con algo grande. Otro hándicap en los últimos tiempos ha sido su irregularidad. El año pasado fueron capaces de imponerse a los Seahawks, pero cayeron ante Jets, Cardinals, Titans o Bills. Si quieren formar parte de la élite no pueden permitirse el lujo de sumar tantos tropiezos ante rivales mediocres. Creo que la defensa de Miami competirá por ser una de las mejores de la NFL, pero no creo que Tannehill sea todavía capaz de poner en marcha un ataque aspirante al anillo. De todos modos, en Boston deberán andarse con ojo. En la AFC Este está naciendo un nuevo gallito.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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