El Karakorum de Brady y Alex Smith

Mariano Tovar


El jueves por la tarde tuve una suerte inmensa. Sebastián Álvaro estuvo contándome, durante dos horas increíbles, su última aventura. Su expedición conseguía coronar en invierno la cima del Laila Peak, una de las cimas más difíciles del Karakorum, después de un mes de sufrimiento y frustración. Es la tercera ocasión en que se culmina una hazaña así, y la primera que lo logra una expedición española.

No os hacéis idea de la gozada que es que un aventurero heredero de la era de las grandes expediciones, trasladado al siglo XXI por arte de magia, te cuente cara a cara una epopeya así. Me enseñaba fotografías de su portátil mientras revivía cada uno de los acontecimientos y me explicaba, con pelos y señales, por qué abrían ruta por un lugar, en vez de por otro, mientras las avalanchas se sucedían, mortales, a pocos metros de ellos.

Vivieron, durante semanas, bajo un clima extremo de muchos grados bajo cero. Todos los miembros de la expedición han vuelto con congelaciones de mayor o menor gravedad. Solo dos consiguieron hacer cima, en un segundo intento a la desesperada. En la primera acometida se quedaron a 100 míseros metros. “¿Pero Sebas, tan difícil es subir cien metros?” Y para que lo entendiera me puso un vídeo en el que se veía cómo uno de sus compañeros tardaba más de dos minutos entre paso y paso. Hundido en la nieve. Desfallecido. Y esas imágenes, tomadas a 6.000 metros de altura, eran del intento que sí tuvo éxito. ¿Cómo sería el otro? “Estáis locos. ¿Cómo os podéis lanzar a intentar una gesta así?” La respuesta fue inmediata “Precisamente por eso, Mariano. Por amor a la aventura. Porque en este mundo aún hay retos que merecen la pena”.

Eso es lo que tiene el deporte. En el fragor del combate solo hay un objetivo: hacer cima. Da lo mismo si se usan crampones, palos de golf, una raqueta o un casco de gladiador. A partir de un momento la emoción supera cualquier número y medida.


A estas alturas, y más con el dinero que atesora, parece una frivolidad comparar lo que ha conseguido la expedición de Sebas Álvaro con la decisión de Tom Brady de rebajarse el sueldo hasta colocarlo muy lejos de lo que ganan los grandes quarterbacks de la NFL. Y más con la fortuna que ya atesora el jugador, que hace muchos años que tiene la vida resuelta. Pero por ese mismo motivo, solo hay un argumento que justifique su decisión: Brady cree que aún no ha alcanzado la cima y, lo que es más importante, piensa que está a tiempo de llegar a ella.

Tom Brady, como Peyton Manning, ya no juega por dinero. Lo hace por el anillo. El de los Patriots, que me sigue pareciendo el mejor QB de la competición, se retirará el día que crea que su equipo ya no es aspirante serio al título. Y esa actitud, y la decisión recién tomada, son la prueba del algodón definitiva que vuelve a situar a los de Boston como máximos favoritos de la Conferencia Americana. Ahora todos estaremos pendientes de la apertura de la agencia libre, donde sí parece que habrá dos o tres receptores de campanillas disponibles. Uno de ellos, salvo sorpresa, viajará a Foxboro. Si se confirma la continuidad de Talib, y la intención del equipo de seguir reforzando la secundaria tanto con jugadores libres como en el draft, se entiende que Brady decida seguir un año más, aunque sea con un sueldo muy inferior a su caché, con tal de rodearse de los jugadores que necesita. Hace mucho tiempo que no juega por dinero, y que evita recibir golpes innecesarios. Él solo sigue ahí para hacer cima.

Es curioso que esta misma semana Terrell Suggs hablara del desprecio que siente la mayoría de la gente de la NFL por los Patriots. Creo que el jugador de Baltimore no se equivoca. Los Pats caen mal. Básicamente porque siempre están ahí, entre los mejores. Tantos años arriba pasan factura. Pero como siempre os digo, el día que Brady se retire, que Belichick abandone el libro de pócimas, todos les echaremos de menos. Han sido protagonistas y animadores de la NFL durante más de una década. Nos han regalado decenas de actuaciones inolvidables, tanto en la victoria como en la derrota. Han dado que hablar, han estado en el punto de mira, han protagonizado escándalos, han reunido a jugadores inolvidables…

Tom Brady bajándose el sueldo es una buena noticia para todos. El QB cree que en 2013 los Patriots serán aspirantes. Sus incondicionales se relamen ante la posibilidad de un anillo más; sus detractores se frotan las manos ante otro posible descalabro, a nadie le resulta indiferente. Ojala todos los equipos fueran tan divertidos.


Pero la gran noticia de la semana quizá sea el acuerdo entre Chiefs y Niners por Alex Smith. Kansas City entregará una segunda ronda del próximo draft (pick 34 nada menos) y otra ronda indeterminada del de 2014. El jugador firmará un nuevo contrato con los Chiefs, ya que el suyo con San Francisco expira el año que viene.

Sinceramente, el acuerdo me parece una locura. Lo único que demuestra es que los Chiefs están desesperados, y sin un proyecto de futuro claro. Han tirado por el camino más fácil, pensando que Smith es un QB fiable que puede rendir sin equivocarse en un ataque netamente corredor. La diferencia es que la línea ofensiva de los Niners es infinitamente superior a la de los Chiefs, y no parece que los de Kansas City puedan construir un muro que proteja a su QB en tan poco tiempo. Smith ya ha demostrado en el pasado que bajo presión baja muchísimo su rendimiento, a pesar de que su mayor virtud quizá sea su facilidad para pasar en movimiento.

Como sabéis, Alex Smith me parecía un QB muy lejos de las necesidades de unos Niners aspirantes al anillo. El caso de los Chiefs es diferente. Allí no le van a pedir títulos, y quizá sí sea suficiente para un equipo cuyo mayor reto es entrar en postemporada, pero es solo un paréntesis obligado. En este draft no hay ni un solo quarterback con vitola de gran estrella. A falta de pan, buena son tortas.

Los Niners deben estar frotándose las manos. Se han quitado un problema con un jugador que tras la llegada de Kaepernick no tenía sitio en el equipo y tampoco resultaba rentable como segundo QB. Además han conseguido un ahorro de 8,5 millones de dólares contra el cap, y tendrán el pick 31 y el 34 en un draft sin grandes estrellas. Incluso muchos analistas vaticinan que lo mejor de este año, los prospectos con auténtico futuro, saldrán en las rondas bajas de primera y las altas de segunda. San Francisco está a unos pocos detalles de tener una plantilla sin fisuras. Ahora lo tendrá todo a favor para conseguirlo.


Cuando todo el mundo esperaba que la marcha de Alex Smith de los Niners pudiera ser el gran culebrón del verano, por falta de ofertas jugosas, los de la Bahía se han quitado el problema de un plumazo. A veces, las cimas más difíciles se convierten en un paseo. 

Y para terminar, dos últimas pinceladas. No descarto que Kyle Orton o Matt Flynn (dos de mis ‘protegidos’) puedan cambiar de aires. Hay varios equipos desesperados por conseguir un QB y cualquier suplente susceptible de ser titular puede entrar en un trade, y más si forma parte de un equipo con problemas frente al cap. El otro gran rumor, que puede terminar siendo el movimiento del año en la agencia libre, es el posible fichaje de Steven Jackson por los Falcons. Michael Turner demostró el año pasado que le queda muy poca gasolina y seguramente no siga, y aunque al corredor de los Rams no le queda mucha más, se dejaría el alma en el primer y único asalto al anillo de su carrera, su particular conquista del Laila Peak. En la NFL también hay un Karakorum.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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