Federer, contra el tiempo


Tomás de Cos

El tenista suizo celebró el partido número 1.000 de su carrera deportiva con una contundente victoria sobre Del Potro: 6-4, 6-3 y 6-2. Entra en el selecto club de ‘milenarios’ en el que figuran leyendas como Connors (1.479), Lendl (1.310), Vilas (1.197), Agassi (1.144), Edberg (1.076) y McEnroe (1.073).

Roger Federer (Basilea, 8 de agosto de 1981) igualó además la cifra de 232 triunfos de Connors en Grand Slam el mismo día que firmó su pase a la penúltima ronda del Abierto de Australia, que ha ganado en cuatro ocasiones, por novena vez consecutiva. Es el primer tenista que lo consigue con más de 30 años desde que lo hiciera Agassi en 2004. Y en caso de que se llevara el torneo, se convertiría en el segundo jugador tras Roy Emerson (6 títulos) en sumar cinco títulos en el primer ‘major’ de la temporada.

El tenista con más victorias de Grand Slam de la historia (6 Wimbledon, 5 US Open, 4 Australian Open y 1 Roland Garros), tiene un balance de 814 victorias y 186 derrotas en su millar de duelos ATP (81,3% de triunfos): 495-102 en pista dura (82,9%), 163-50 en tierra batida (76,5%), 102-15 en hierba (87,2%), 50-19 en moqueta (72,5%), 213-51 (80,7%) en pista cubierta y 597-135 al aire libre (81,6%).

Ante Del Potro, ‘Mr Perfecto’ llevó siempre las riendas del partido y lució el nivel que le llevó en la última parte del 2011 a sumar su sexta copa de maestros. Con 38 golpes ganadores por 22 errores no forzados, se llevó un duelo en el que la pelota viajó a una velocidad endemoniada. Tampoco le abandonó el servicio, con el que ganó el 89% de los puntos jugados con su primer saque y que fue clave para levantar cinco de las seis bolas de rotura que concedió a la torre de Tandil. Desde el inicio se atisbó que no era el día de Del Potro y que Federer no estaba por la labor de abrirle la puerta.

Muy lejos queda ya su primer partido como profesional, que le enfrentó a Lucas Arnold allá por 1998 (nunca jugó un Future y sólo disputó 23 partidos en Challengers:16-7), año en el que fue designado mejor júnior del mundo. Tras convertirse en 1999 en el jugador más joven en entrar entre los cien mejores del mundo, Federer batalló duramente consigo mismo hasta controlar sus emociones y dar rienda suelta a su talento innato. El primero de los 70 títulos que lleva en su raquetero, llegaría en el 2001 en Milán.

En 2003 llegó su primer Wimbledon, de 2004 a 2008 su primer periodo en el trono y entre 2009 y 2010 el segundo. Una época dorada en la historia del tenis por la ejemplar rivalidad mantenida con nuestro Rafa Nadal, su único gran dolor de cabeza.

Pero quizás su mayor éxito ha sido mantener la ilusión por competir con las siguientes generaciones tras haberse erigido en dictador de la suya. Y haber sabido sortear a las lesiones. En su dilatada carrera no se ha retirado nunca en un partido. “Los entrenamientos no se me hacen más difíciles ahora que tengo 30 años. Siento que estoy listo. Tengo la actitud mental correcta y físicamente me siento en forma porque la preparación ha sido muy buena”, ha dicho en este mismo Abierto de Australia.

A pesar de ser contrario a las comparaciones entre distintos deportes, quisiera hacer una excepción para poner en valor la cifra de 1000 partidos alcanzada por Federer. Raúl, mito del madridismo y del deporte rey, también conocido como ‘Mr Champions’, ha disputado un total de 925 partidos a sus 34 años entre Liga, Champions, Copa del Rey, Bundesliga y Selección. Y lógicamente, no disputó siempre todos los minutos… Los amantes del tenis rogamos porque a Roger aún le quede cuerda para rato.

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