Neymar y Cesc, necesidad o capricho

Empieza la cuenta atrás de la Supercopa y ya estamos viendo que ni Neymar ni Cesc estarán en ella. Lo de Neymar es seguro; lo de Cesc aún está en un ya veremos, pero no parece que en estos días dé tiempo de que fiche, se entrene (aunque sí se curará por ensalmo de los males que ahora le aquejan) y se ponga a punto para tal cita. Así que no estarán, supongo. Pero tampoco veo a las aficiones respectivas lamentándose por tal cosa. Más veo a los madridistas pensando en el buen estado de forma de los suyos y a los barcelonistas confiando en que Messi llegue como el Séptimo de Caballería, justo a tiempo.

Y esa está siendo la clave en las dos negociaciones. El equipo que los quiere comprar no los necesita tanto como el que no los quiere vender. Neymar es estratégico para el Santos, piedra angular de una resurrección que les ha llevado, después de cincuenta años, a la Libertadores y a las puertas del título mundial de clubes. Cesc es el capitán del Arsenal, ojito derecho de Wenger, que ha ido mimando su carrera, puliendo las condiciones que ya apuntaba cuando era un juvenil del Barça. Ha hecho de él un centrocampista con llegada, un completo jugador de medio campo, con distribución y gol.

En Neymar, Florentino ha visto la posibilidad del fenómeno inminente, del siguiente Messi, y está dispuesto a pagar el riesgo de que se quede en el siguiente Robinho. En Cesc, ve Guardiola una pieza más para una plantilla en la que Xavi lleva años sobrecargado, ve el hombre que le falta para completar la secuencia Xavi-Cesc-Iniesta-Thiago. Madrid y Barça mejorarían con ambos, pero sus clubes de origen perderían más. Por eso los quieren cobrar caros y el Santos sube la cláusula y el Arsenal dice que por menos de 40, nada. Al final vendrán ambos, me figuro, pero el precio lo fijará el desconsuelo del vendedor.