Colts-Jets (La previa)

Me apetece seguir llevando la contraria. Rex Ryan ha calentado este partido hasta límites innecesarios diciendo que vencer a los Colts es una cuestión personal. Todo el mundo le ha vuelto a criticar por bocazas pero yo creo que esta vez el bueno de Rex simplemente ha sido sincero. Lleva cinco derrotas y solo una victoria contra Peyton Manning y la última, y más dolorosa, llegó en la final de conferencia del año pasado. Un nuevo fracaso puede provocar que Ryan regrese llorando a su casa suplicando a su mujer que le deje contemplar sus maravillosos pies como consuelo. Para gustos, los colores.

Antes de seguir adelante voy a apostar por la victoria de Indianapolis. No tengo muy claro que ganen, y no es una apuesta racional, pero tengo tantas ganas de volver a presenciar otro Patriots-Colts que no puedo ni imaginar que nadie, ni Rex Ryan, sea capaz de privarme de una nueva noche de lujuria deportiva con Manning y Brady.

La mayoría de los analistas está hablando de un renacimiento de los Colts en el último mes de competición, pero yo creo que después de sufrir tres derrotas ante rivales de entidad, han ganado con bastante sufrimiento cuatro partidos contra enemigos no demasiado temibles. Esa racha victoriosa debe ser tomada en cuenta, pero la resurrección de la que tanto se está hablando se debe más al buen juego de Manning que a cualquier otro factor, aunque es verdad que esos factores han existido.

Más allá de cualquier análisis, sabéis de sobra que pienso que los Colts son una máquina fabricada con el único objetivo de darle facilidades a Manning. Todo el año la línea ofensiva ha recibido mil y una críticas, pero a la larga los Colts son el equipo que menos sack ha permitido (16) y que mejor ha protegido a su QB. En 2009 solo permitieron que Manning fuera cazado diez veces, pero es que hay cifras tan milagrosas que son muy difíciles de repetir.

Ahora vamos con las malas noticias. Manning tiene cuatro receptores y ni de lejos se acercan a la calidad de temporadas anteriores. Reggie Wayne sigue siendo su gran aliado, Pierre Garcon parece haber conseguido en los últimos partidos eliminar la mantequilla que inundaba sus manos, pero nada asegura que no se reproduzca la enfermedad, Jacob Tamme solo es un TE resultón, un currante que está cumpliendo, y Blair White…pues es Blair White. Con esas armas muchos otros se rendirían, pero Manning es MacGyver. Le das un chicle mascado, un cordón de zapato y un Kleenex y te fabrica una nave espacial.

Lo que sí ha mejorado significativamente en las últimas jornadas es el juego de carrera. Dominic Rhodes ha regresado de entre los muertos y Joseph Addai se ha recuperado de su lesión para que, de repente, y de forma inesperada, el ataque terrestre de los Colts se haya vuelto dominante. Como se está escribiendo bastante por todos lados, el play action de Manning vuelve a ser creíble. Jo, tíos, me está dando miedo hasta escribirlo. ¡¡¡Godzilla anda suelto!!!

Y los que pensáis que Manning se arruga en postemporada os podéis ir olvidando. Es Manning el que arruga a todo bicho viviente incluso en offseason. Hasta Belichick ha dejado de bostezar cuando se enfrenta a él.

La defensa siempre es criticada, pero siempre responde cuando llegan los partidos importantes. ¿Su mayor problema? Mathis y Freeney llegan muy tocados a postemporada. Ellos representan el espíritu del man-eater. 21 sacks entre los dos y encima están mosqueados porque piensan que debían haber rendido aún mejor. Por detrás todos conocéis bastante bien el panorama: un grupo de linebackers bastante rápido pero no muy fiable frenando la carrera y un grupo en la secundaria más rápido todavía y que cuando se ajusta se vuelve casi infranqueable.

Porque otra de las grandes armas de los Colts son las segundas partes. Tanto la defensa como el ataque suelen ajustarse mejor que nadie durante el descanso y es en los últimos dos cuartos cuando se vuelven peligrosos de verdad (menos en la Super Bowl contra los Saints). Tal vez no sean un equipazo como grupo, pero Manning los convierte, año tras año, en un escollo inevitable para quien quiera jugar la Super Bowl representando a la Conferencia Americana.

Los Jets son más que el año pasado, pero menos de lo que prometían. Mark Sanchez llega con un hombro tocado y pienso que tal vez esa sea una gran noticia para ellos. Antes de seguir adelante, un aviso a los recién llegados a este blog: nunca me ha gustado Mark Sanchez. Y lo cierto es que ha sido bastante cuestionado durante toda la temporada. Creo que es muy bueno en algunos partidos, y muy malo en el resto. A la larga, los equipos necesitan fiabilidad y regularidad en una posición tan importante y el QB de los Jets es de todo menos regular. Por eso, si juega con el hombro tocado Ryan le hará ser muy conservador y se apoyará más en la carrera, y creo que eso es bueno para su equipo. En el peor de los casos siempre puede jugar Mark Brunell. El veterano disputó casi todo el último partido de la temporada y tuvo tiempo para engrasarse y para demostrar que sigue siendo un arma letal. (AVISO: si juega Brunell soy más de los Jets que el bombero).

Si lo pensamos fríamente, el ataque de los Jets vuelve a cimentarse en las mismas armas que en 2009. Shonn Greene y LaDainian Tomlinson forman una gran pareja en el backfield (aunque menos letal de lo esperado). Ellos serán la clave real del ataque de su equipo. ¿Será Tomlinson capaz de hace por fin una buena postemporada? El papel de los receptores está claro: Braylon Edwards y Dustin Keller siguen siendo los objetivos fiables y sencillos para Sanchez mientras que Santonio Holmes ha justificado su fichaje con multitud de grandes jugadas decisivas.

Sobre el papel los Jets tiene tan buena pinta como tenían en septiembre. Parecen un equipo muy bien hecho. Pero cuando llega el momento de la verdad casi nadie termina de rendir al nivel esperado y, sobre todo, les falta regularidad durante los partidos. En muchas ocasiones han dependido de detalles geniales in extremis para remontar.

Este año no me ha emocionado su defensa contra el pase. Darrelle Devis ha sido una sombra de si mismo y le han preocupado más los temas contractuales que los deportivos. Antonio Cromartie me ha decepcionado profundamente. Le han quemado muchísimos receptores. Además, y esta es una sensación muy personal, he visto bastante partidos de los Jets y siempre me ha parecido que su secundaria roza permanentemente la ilegalidad. Abunda el juego sucio, los agarrones subterráneos y las acciones poco deportivas. Me ha sorprendido que no terminaran casi siempre con muchas más penalizaciones. Tal vez en la NFL también pese demasiado el nombre de algunos jugadores.

El front seven, a la chita callando, quizá sea la joya de la corona de Rex Ryan. Tal vez Ellis no haya sido tal decisivo como en 2009, pero es una 3-4 contra la que es muy difícil correr, que suele acudir muy bien a las ayudas contra el pase y en la que cualquiera puede conseguir un sack. Funciona muy bien como bloque y, en el fondo, quizá sean ellos el auténtico corazón de este equipo.

En la defensa se repite el mismo problema que en el ataque. Aparentemente deberían ser infranqueables, pero este año no ha sido ni tan dominante ni tan oportunista como se esperaba. Si ahora, como sucedió en 2009, mejoran su rendimiento respecto a la temporada regular, podrían ser el equipo a batir en la conferencia, pero jugando como la han hecho durante bastantes semanas, podrían darse con un canto en los dientes si sobreviven al sábado.

Si tuviera que apostar por un equipo lo haría por los Jets, pero en este caso apuesto por el hombre. Peyton Manning puede convertir a los Jets en un avión de papel usando solo una grapa, un vaso de plástico y un capuchón de bolígrafo.

¡¡¡Viva McGyver!!!

PD.: Para terminar, quiero agradecer a juandy el enlace en español según el cual el ‘Sunday Night Football’ entre Seahawks y Rams cosechó un dato de audiencia inferior al habitual. Ya se que no es el tema del artículo, pero a veces no está de más agitar el avispero.

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