Una renuncia cantada

Tomás de Cos

Los rumores se confirmaron. Nadal no estará en el Barcelona Open BancSabadell que arrancó ayer, con victorias de Nico Almagro, Marcel Granollers y Óscar Hernández, y muy probablemente tampoco estará en el Madrid Open. Rafa ha apostado definitivamente por cuidar sus maltrechas rodillas, una decisión más que razonable.

Durante cinco años el balear ha sacado lustre al torneo más veterano de los que se disputan en España (se disputa desde 1953) con cinco victorias incontestables. Ha expandido el nombre de su club y del trofeo Conde de Godó por todo el mundo. Ha cumplido con creces, por lo que es lógico que ahora la precaución pese más que el sentimentalismo en la balanza que ordena sus prioridades.

Después de cinco años compitiendo a tumba abierta (desde 2007 no falta a ningún Masters), es hora de dosificar esfuerzos y enfocar objetivos. Como hace su idolatrado Federer. A pesar de sus innumerables hazañas deportivas, que nos han dejado a todos boquiabiertos en infinidad de ocasiones, su cuerpo le ha dado suficientes avisos de que 'Superman' sólo hay uno y es un personaje de ficción.

Más allá de las posibles molestias que pueda tener en las rodillas -se ha dicho que se infiltró una semana antes de Montecarlo-, Nadal renuncia a jugar en su club (y eso que el torneo pertenece a IMG, la empresa que le representa) para evitar pasar por el calvario sufrido el año pasado. Entonces ganó en Montecarlo, Barcelona, Roma e hizo final en Madrid. Pero lo pagó caro en Roland Garros -su principal objetivo este 2010-, no pudo defender su corona en Wimbledon por estar dos meses de baja e inició una larga travesía del desierto que arrancó con una pretemporada a mitad de curso.

Más de once meses le ha costado olvidar los malos momentos, las dudas, la ansiedad... un cúmulo de sensaciones negativas que le habían borrado la sonrisa. El ser humano tiende a tropezar con la misma piedra una y otra vez, pero acaba aprendiendo de sus errores por el camino. Además, pocas otras alternativas ofrece un calendario tan sobrecargado -once meses y medio de temporada- que acaba por ser inhumano.

LO COMIDO POR LO SERVIDO

Con su renuncia a jugar en Barcelona, Nadal aparecerá con 500 puntos menos en el ranking ATP del próximo lunes. En Roma, donde sí estará, defiende 1.000 y en Madrid otros 600. Por lo que sus descansos le harían restar 1.100 puntos. Algo que espera compensar en Roland Garros. En París podría sumar 1.820 en caso de victoria después del 'soderlingazo' del año pasado.

Además, pese a la baja de Nadal y de las de otros dos ilustres, Nalbandián y Berdych, el Godó contará con trece buenos representantes de la 'Armada', incluido Verdasco, triste finalista en el Country Club de Montecarlo. Y a ellos también se unen otras grandes raquetas como Soderling (que desafió a Fer en la azotea del Hotel W Barcelona), González o Tsonga. Hay reclamos suficientes como para seguirlo por la tele o acercarse a las instalaciones del Real Club de Tenis Barcelona.

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