Nuestro ejecutivo número uno

En nuestro deporte tenemos grandes campeones. También algún que otro buen directivo. No nos faltan presidentes capaces de fichar a la galaxia del fútbol o del balonmano. Y por tener, tenemos además al mandamás de las motos. Igual que la Fórmula 1 está dirigida por Bernie Ecclestone y el circuito de la ATP por Adam Helfant, el Mundial de motos está al mando de Carmelo Ezpeleta. Pues hemos de estar orgullosos de él, igual que lo estamos de nuestros campeones. Porque las motos funcionan. Eso sí que es un campeonato profesional. Las carreras no cuestan un duro al contribuyente, sino que los circuitos pagan y las televisiones, también. Como la audiencia en el planeta se estima en 300 millones, tampoco faltan los patrocinadores.

Será un negocio, pero un negocio creado por Ezpeleta y en el que cada año arriesga cien millones de euros. Mueve 350 personas por el mundo y la inversión en tecnología es permanente para mejorar las transmisiones. Como la respuesta es buena, el negocio marcha pese a la crisis. Hay espectáculo, hay emoción, hay un ídolo de masas... hay una buena gestión. Mérito de Ezpeleta, un apasionado -"de otra manera no se puede sacar ningún negocio adelante", dice - de las motos. Ayer nos visitó. Para contarles a todos ustedes cómo va la cosa: el fenómeno que es Rossi, lo bueno que es Lorenzo y el enorme talento de Pedrosa, entre otros asuntos. Yo se lo presento a ustedes como nuestro ejecutivo número uno en el deporte mundial. Justo es reconocérselo.