Wildlands: Guerra sucia contra el negocio de la droga
El nuevo título de Ghost Recon cambia el shooter táctico por un sanbox ambientado en una Bolivia dominada por un cartel de la droga. Conferencia E3 2017 Microsoft Xbox en directo
El negocio de la droga se ha convertido en un atractivo escaparte para series (Narcos, The Wire...), películas (Traffic, Sicario...) y libros (El Poder del Perro, El Cartel...) ya que une un mundo de lujo sin medida con otro lleno de violencia y miseria. Este es el marco donde se ubica la nueva entrega de la veterana saga Ghost Recon, que ha pasado con acierto del shooter táctico al sandbox, eso sí, sin perder la esencia estratégica que han caracterizado a sus juegos.
Historia
La acción se enmarca en un futuro cercano, donde un poderoso cartel (Santa Blanca) se ha infiltrado hasta tal punto en los diversos estamentos de Bolivia, que se ha hecho con el control del país. Los Ghost, un equipo de élite de las fuerzas especiales de los EE UU, tienen la misión de adentrarse en el país, localizar objetivos, destruir instalaciones y acabar con su misterioso e implacable líder.
Sistema de juego
El escenario, que es de proporciones gigantescas, está divido en una veintena de provincias. Cada cual con sus peculiaridades geográficas y con un nivel de dificultad variable. En todas ellas habrá que conseguir información y eliminar al jefe del Cartel en la zona. Entremedias habrá misiones secundarias, que después de varias horas de juego terminan siendo algo repetitivas, pero que dan acceso a recursos que sirven para mejorar las armas, el equipo, las prestaciones del escuadrón y el tipo de apoyo que prestan los rebeldes. A medida que se progresa en la partida se tendrá acceso a objetivos de mayor relevancia en la organización, pero también se elevará la dificultad de eliminarlos.
Gráficos
Ghost Recon Wildlans es un juego que impacta visualmente por sus escenarios. Bolivia presenta grandes contrastes y se han plasmado con gran acierto en el juego: montañas nevadas, desierto, selva... Además los ciclos de día y noche están bien conseguidos, si a ello se unen diversos efectos climáticos y un montón de buenos detalles: charcos, barro, arroyos, vegetación, fauna... la sensación de realismo es bastante alta. Las construcciones, salvo las localizaciones específicas, pecan también de repetitivas, pero es algo comprensible en un escenario tan amplio. Uno no se hace a la idea de su extensión hasta que coge un avión y recorre varias provincias.
Los vehículos
Que el mapa de juego sea tan grande y variado exige que haya vehículos de todo tipo para desplazarse. La verdad es que la variedad es enorme: motos, utilitarios, deportivos, furgonetas, camiones, blindados, helicópteros, aviones... En fin, que hay para todos los gustos, eso sí el control es irreal a más no poder. Puedes tirarte por un barranco con una furgoneta y seguir 200 metros más abajo por una carretera sin mayor problema. En el caso de los medios aéreos, el control es demasiado tosco, sobre todo con los helicópteros, algo que limita mucho uso. La moto es ideal si se decide ir por el camino más corto, aunque no permite disparar desde ella,
La táctica
Ghost Recon es fundamentalmente un juego táctico que ofrece al usuario cientos de formas de afrontar las misiones. Y ello se debe tanto a la gran variedad de armamento disponible como a que no hay una vía prefijada de aproximamiento. Se puede escoger un ataque frontal, llegar en vehículos por tierra mar o aire, tirarse en paracaídas, eliminarlos silenciosamente de cerca o de lejos... Resulta más desafiante coordinar las acciones y conseguir entrar y salir sin ser visto, pero a veces aparecer con un helicóptero sobre el horizonte y dar varias pasadas por un campamento rival resulta igual de estimulante.
La IA
Pues aquí topamos con uno de los principales problemas, en algunos casos los enemigos con capaces de acertarte escondido en la selva a 200 metros y en otros no son capaces de eliminarte a 20 metros. Además tampoco tu escuadrón es de gran ayuda. Suelen retrasarse y salvo en el caso del disparo sincronizado o la asistencia médica, son más un apoyo que una ayuda decisiva. El que no se les pueda personalizar el equipo limita sus capacidades tácticas. La opción del multijugador cooperativo, sobre todo si es con conocidos, solventa las prestaciones de la unidad y además enriquece sobremanera el juego.
Conclusiones
Ghost Recon: Wildlands es un buen título, que asegura muchas pero que muchas horas de diversión y que ofrece una visión no demasiado irreal de cómo funciona el negocio de la droga. Puede ser tan desafiante como uno quiera y seguro que la nueva actualización que ha prometido Ubisoft en la que se permite el enfrentamiento entre jugadores le dará una nueva dimensión al juego.