Guía del hombre Actual

Cuidado facial: ¿cuando y cómo empezar a cuidarse la piel?

La piel es un órgano vivo y a partir de terminada edad es muy aconsejable realizar un pequeño "mantenimiento" para poenrlo a punto, facilitar el afeitado y ofrecer una imagen saludable.

Aunque a muchos nos produce cierta pereza eso de entrar en el universo de las cremas y los tratamientos faciales, está demostrado que mantener una pequeña rutina de cuidados favorece la función de nuestra piel, la protege de los agentes externos y evita su envejecimiento prematuro. Además, dedicarnos a nosotros mismos un par de minutos al día nos ayuda a reforzar nuestra autoestima.

El exceso de grasa, las impurazas que obstruyen los poros, las escamaciones de la piel, los brillos o las manchas contribuyen al deterioro de la piel y, por cosiguiente, al aspecto que proyectamos.

Los cuidados faciales básicos se dividen en tres etapas: limpieza, exfoliación e hidratación, y para cada una de estas etapas encontraremos una enorme gama de productos específicamente diseñados para cada tipo de piel.

Conoce tu tipo de piel

Es fundamental que conozcas tu tipo de piel antes de lanzarte a comprar productos dejándote llevar por el impulso. No olvidemos que la piel es un órgano vivo y que nuestro objetivo es encontrar con el tratamiento que mejor se adapta a nuestro tipo de piel.

Piel normal

Si observas que no brilla después de ser lavada, si aparentemente es elástica y si mantiene un tono rosado en lugar de pálido.

Piel grasa

Hablamos de piel grasa cuando abundan los poros congestionados o sucios (especialmente en la zona de la nariz y los pómulos). No presenta demasiadas arrugas y parece brillante incluso tras el lavado.

Piel seca

Si no ves los poros, o son muy pequeños, si son visibles líneas finas o arrugas, principlamnete las de expresión. Cuando la piel parece delgada, poco elástica transparente, o incluso ceniza.

Piel mixta

La piel mixta suele presentar una combinación de las dos anteriores, especialmente en la denomivnada 'zona T' (frente y nariz, hasta el mentón). Muchos hombres tienen la piel grasa en esta zona, pero en otras zonas del rostro la tienen seca.

Piel sensible

Hablamos de piel sensible cuando se irrita con facilidad al exponerse al sol, viento o frío, o simplemente cuando presenta rojeces, o quemazón con facilidad al afeitarse o al usar cualquier cosmético.

Piel problemática

Excesivo acné, poros bloqueados y grades... el mejor consejo para estos casos es buscar un tratamiento dermatológico.

Tres etapas: Limpieza, exfoliación, hidratación

Limpieza

Sin limpieza, no hay belleza, para esta etapa no sirven ni el jabón, ni el gel. Recuerda que tu piel es un órgano vivo y que la zona del rostro es la más expuesta a los agentes externos. Por eso necesitas un producto que limpie sin dañar.

Deberás buscar un limpiador especial para el rostro (en gel, en pastilla, el leche o crema). Elige uno que respete la barrera protectora natural de la piel: el manto o film hidrolipídico. Elige uno adaptado a tu tipo de piel.

¿Cuado? lo mejor es dos veces al día: por la mañana, para eliminar las toxinas expulsadas durante la noche, y por la noche, para eliminar los restos del día.

Exfoliación

Es la etapa de limpieza facial intensiva. Con la ayuda de una crema exfoliante eliminamos en profundidad la suciedad, pieles muertas, así como el exceso de sebo de la piel.

Los exfoliantes los encontrarás en dos tipos: los que incluyen partículas exfoliantes y los de composición química.

Los primeros recuerdan a la acción de un suave papel lija sobre la piel, y se aplican mediante un masaje suave, incluso dentro de la ducha.

La exfoliación química utiliza cosméticos con una base química que actúa para eliminar esos resíduos, y es recomendable acudir a un centro especializado para realizar una exfoliación química y evitar un posible deterioro de la piel.

No es aconsejable abusar de la exfoliación para preservar la barrera protectora natural de la piel, sin embargo, las personas con piel normal pueden hacer una exfoliación una o dos veces al mes.

Hidratación

Cuando hablamos de hidratación de la piel, damos por sentado que antenemos una adecuada hidratación de nuestro organismo, fundamentalmente con una correcta aportación de líquidos.

Sin embargo, existen coadyudantes para mantener la piel hidratada o impedir su deshidratación por las condiciones de vida y de nuestro entorno. Entre estos productos se encuentran los de cosmética avanzada que penetran en las capas más profundas de la piel para rehidratarla.

No hay que olvidar que el afeitado es una de las rutinas más agresivas hacia nuestra piel, por ello muchas de las lociones para después del afeitado incorporan agentes hidratantes.

El problema más frecuente en los hombres de piel grasa es que no ven la necesidad de utilizar una crema hidratante hasta que la tirantez de la piel es evidente. Lo cual indica que la deshidratación es profunda.