La depilación es una de las técnicas cada vez más demandadas por el público masculino. Eliminar el exceso de vello corporal puede ayudar a visibilizar nuestro cuerpo trabajado y mejorar nuestra apariencia.

El vello del entrecejo, de los dedos, brazos, espalda, abdomen, la zona genital, o el vello de los glúteos y piernas requieren técnicas diferentes y hoy en día existen infinidad de tratamientos para su aplicación en casa o en centros especializados. La depilación ya no es un territorio exclusivo de las mujeres y son ellas quienes en ocasiones, actúan como prescriptoras o consejeras.

Tipos de depilación y consejos

Depilación con Láser

Es uno de los métodos más buscados ya que se trata de un tratamiento permanente y a veces, en unas pocas sesiones, elimina el vello de raíz de forma definitiva. Se realiza en centros de belleza que disponen de las maquinarias y el personal especializado, que ayudarán a evitar el daño que puede causar según el tipo de piel de la zona a tratar.

Es importante tener claro el tipo de piel, ya que este tratamiento puede provocar quemaduras y complicaciones en pieles muy sensibles o fotosensibles. En estos casos, es mejor recurrir a otro tipo de técnicas.

Depilación con cera

Es el tratamiento más eficaz para eliminar el vello desde la raíz, y existen tipos de cera para cada piel: cera fría, tibia y caliente.

Resulta algo doloroso y engorroso, por lo cual, es aconsejable ponernos en manos de especialistas en centros de belleza, especialmente si es tu primera vez.

Cremas depilatorias

Las cremas depilatorias contienen agentes químicos que "debilitan y queman" el vello corporal, auque desprenden un olor característico que suele generar rechazo entre algunos hombres.

Son tratamientos indoloros que puedes realizar tú mismo en casa, siguiendo escrupulosamente las indicaciones del envase para prevenir irritaciones o quemaduras en la piel.

Depilación con máquina

Probablemente una de las formas de depilación que resultan menos agresivas sea el recortado del vello en las zonas deseadas. Así conseguimos un aspecto cuidado, a la vez que mantenemos nuestro pelo en "pecho".

Basta comprar la máquina más adecuada a nuestras necesidades, con o sin cable y dedicarnos unos minutos cada tres o cuatro semanas. Conviene aplicar la máquina siguiendo el sentido del crecimiento del vello.

Afeitado o rasurado con cuchilla

Generalmente los hombres estamos más familiarizados con esta técnica, sin embargo, conviene tener en cuenta algunos consejos para no sufrir cortes ni irritar la piel al realizarlo.

Puedes utilizar la gama de cuchillas para depilación femenina, pues sus hojas son algo más suaves que las maquinillas de afeitado y contienen productos suavizantes que reducen la irritación.

Si utilizas tu maquinilla de afeitar convencional, conviene utilizar las cuchillas que ya tienen varios usos antes de proceder al afeitado de zonas más sensibles. Recuerda aplicar la cuchilla de forma suave y sin apretar y aplicando suficiente crema.

Una vez depilados, conviene aplicar algún tónico para calmar la piel, y en días sucesivos, usar un guante de crin en la ducha para abrir los poros y evitar los molestos 'pelos encarnados'.